Una obra tan polémica como necesaria

Rechazo unánime en Ribadesella al cierre del puente: "Es la ruina"

Los vecinos de la villa muestran su preocupación por el impacto de que no se pueda circular durante quince semanas por la infraestructura, lo que les obligará a un amplio rodeo, y piden alternativas

El puente sobre el Sella en Ribadesella.

El puente sobre el Sella en Ribadesella. / David Cabo

Ramón Díaz

Ramón Díaz

Pueden apreciarse estos días en Ribadesella muchos sentimientos distintos, casi todos negativos, a causa del anuncio del gobierno central de que el puente que cruza el Sella y une las dos partes de la capital del concejo cerrará al tráfico durante 15 semanas, a partir del 15 de septiembre. Ribadesella quedará partida en dos durante casi cuatro meses. Lo que ahora supone recorrer 500 metros se convertirá en un rodeo de 17 kilómetros en el mejor de los casos, 40 en otros. Algunos sienten rabia, otros impotencia, los más decepción con los políticos, muchos desesperanza y todos preocupación. Palabras como "caos", "barbaridad", "despropósito", "ruina" o "trastorno" se repiten insistentemente en la localidad, donde el cierre del puente ocupa casi todas las conversaciones. Todos los consultados por este periódico coinciden en exigir una solución alternativa al cierre y, si no la hay, la mayoría apuesta por plantarse e impedir el inicio de las obras.

Ángel Escudero, "Pilu"

Jubilado del sector del automóvil, vive en El Picu (zona oeste de Ribadesella)

"Es una barbaridad partir el pueblo durante 15 semanas. Es muchísimo tiempo. En la zona de la playa vive mucha gente y hay negocios: hoteles, empresa de mensajería, de recambios, apartamentos, camping, albergue, bares… Será un palo tremendo. Además, en esta zona del concejo hay un montón de pueblos. Y lo de que no haya una solución técnica.… ¡Hombre, que todos tenemos algún amigo ingeniero! Todo es cuestión de dinero. Yo cruzo el puente todos los días para ir a desayunar a la villa. Dejaré de hacerlo, porque voy en coche. Una de mis hijas tiene dos críos, uno va a la guardería a la villa, ¿va a hacer 17 kilómetros de ida y otros tantos del vuelta, dos veces al día? ¿Cómo vamos a ir al ambulatorio, que esta al otro lado? Dicen que van a poner aquí una ambulancia, ¿con chófer, médico y enfermera? En Ribadesella hay tres enfermeras, ¿dejamos una aquí todo el día con los brazos cruzados? ¿Y la Policía y la Guardia Civil, que están al otro lado? ¿Y si hay un accidente? Y si hay un incendio, que los bomberos vienen de Llanes, ¿tendrán que hacer 17 kilómetros más?… ¿Cuatro meses? Es una tragedia cómo se gestiona. En algún momento los políticos tendrán que unirse y pensar en la ciudadanía. El Ayuntamiento debe exigir una solución, con medidas de fuerza. Yo estoy dispuesto a plantarme".

Adrián Batalla Pérez

Taxista en la villa (zona este de Ribadesella)

"Estoy preocupado. Esto va a afectar a la vida diaria, al trabajo y a la movilidad de las personas: trabajadores, jubilados, escolares, a todos. Yo dependo del puente al trescientos por ciento. Un día normal lo cruzaré treinta o cuarenta veces, con estudiantes, con turistas… Hasta el final de octubre es una temporada muy buena de turismo. La zona oeste tiene hoteles, urbanizaciones… Van a espantar al turismo. En mi caso, tendré que cobrar el triple o más, porque de rodar dos kilómetros a 17… Por ejemplo, hoy ir en taxi de Ribadesella a Tereñes cuesta 8 euros, con el puente cerrado va a costar 24 o 25. En El Picu no hay parada. ¿La solución? Que gasten más dinero, porque en 2025 hay medios para hacer casi cualquier cosa. El Ayuntamiento se debe plantar, yo me plantaría, no dejaría que empezara la obra. Deberíamos ir todos a una, pero aquí hay poca unión. Echo mucho en falta la unión de los políticos, que piensen en los ciudadanos. Y la gente debe unirse, porque si no harán lo que quieran. En un asunto como este deberíamos ir todos a una. Ribadesella y los riosellanos merecemos un puente en condiciones".

Miguel Ángel Pérez Martino

Propietario de una peluquería en la villa

"El cierre del puente es una ruina para Ribadesella, es dividir el pueblo en dos y me parece excesivo. Hay que buscar alternativas, construir un puente alternativo. Yo tengo clientes muy asiduos del otro lado del puente, clientela fija y, por lo tanto, una fuente de ingresos garantizados. Todos nos vamos a ver muy afectados. Tenemos que movernos más, sobre todo en la calle, demostrar que estamos en contra del cierre. Pero nadie se mueve. También falta información. Deberían informarnos, convocarnos a reuniones. Y los políticos también deberían informarse de nuestras preocupaciones. En cuanto a lo de plantarse, por un lado diría que si no hay alternativa vale más lo malo conocido; pero ¿y si nos plantamos y es verdad que los pilares están mal, hay una riada y se viene el puente abajo y en vez de 15 semanas son dos años y medio? Hay que hacer las cosas mejor, con menos prisas y a la carrera".

Esteban Iglesias

Veterinario, dueño de una clínica en la villa

"No puede ser que pase esto. No puede ser que hoy nos digan que hay un proyecto inamovible y que dentro de 15 días se cambie todo. De repente carril bici, acera de cuatro metros, vueltas y más vueltas. ¿Qué es esto? En la clínica el 30 por ciento de los trabajadores viven al otro lado del puente. Hay que llevar y traer avisos, muestras, y los clientes igual. El gimnasio está al otro lado del puente, ¿quién va a ir? Aunque esté abierto a peatones, ¿quién va a cruzar de noche, en invierno, lloviendo…? No se puede cerrar el puente 15 semanas sin alternativa, algo se tiene que poder hacer. El Ayuntamiento debe plantarse, los riosellanos debemos plantarnos, al margen de filiaciones políticas. Además, en septiembre, octubre, noviembre y diciembre hay turismo de calidad. Tengo la impresión de que el problema es el dinero. Y debemos tener en cuenta que la obra que se haga será para toda la vida".

Javier Álvarez

Propietario de una empresa de actividades en la zona de El Picu

"El cierre es un despropósito. Será catastrófico para el turismo, para los hoteles. En este lado del río no hay cajero, no hay ni pan. ¿Qué pasará con los que cruzan en bicicleta, en ciclomotor? No podrán ir por la autovía ¿Y la gente mayor, que ahora da un paseo para ir al otro lado? Pero incluso más importante que las 15 semanas de cierre es, para mí, lo que hagan. Porque se va a quedar de por vida. Ribadesella necesita un puente en condiciones. Si están tan mal están las pilastras, ¿por qué no un puente nuevo? ¿Por una planta? Entre el puente San Roman y el de Ribadesella seguro que hay sitio para hacerlo donde no haya "mosquitos muertos" (se refiere irónicamente a la planta mosquita dorada, en peligro de extinción en Asturias, que provocó el rechazo a un puente nuevo por parte del Ministerio de Medio Ambiente hace 15 años). Son todo asuntos políticos que al final pagamos los vecinos".

Francisco Aramburu

Empresario, carnicero y ganadero, con negocios y fincas a los dos lados del puente

"El cierre afecta a las dos facetas del negocio. En la tienda y en la carnicería tengo muchos clientes del otro lado; allí hay hoteles, segundas residencias… Encima estará cerrado en los puentes de octubre, noviembre y diciembre, cuando hay muchos turistas y visitantes. Por otro lado, tengo fincas ganaderas y agrícolas a ambos lados del puente y vacas que hay que cebar en un lado y la granja en el otro. Con el tractor tendría que ir hasta Arriondas por la nacional en la que no me podrían adelantar los coches en casi ningún sitio, y volver por Collía por malas carreteras. Son 40 kilómetros. En tractor, dos horas. No se si son conscientes del trastorno que nos ocasionan. Un trastorno terrible para los ganaderos y agricultores, que somos unos diez con fincas a los dos lados. Aparte están las empresas de servicios agrícolas, que pasan continuamente el puente con tractores y cosechadoras. Hablan de cruzar el río con los tractores, no lo veo permisible, se movería el fondo del río, se degradaría. Vale más que dejen el puente como está y que hagan uno nuevo, que no tiene por qué ser tan invasivo. Soy partidario de plantarse y protestar".

Almudena Tirador

Dueña de una mercería en la villa

"Como comerciante me parece fatal el cierre del puente sin alternativa. La gente de la otra zona del concejo se irá a Colunga, porque tardará menos en llegar allá por la autovía. Además, hay mucha gente mayor que depende del coche y que no puede venir andando desde el otro lado. Y hay gente que no tiene coche. En el otro lado no hay centro de salud, ni banco, nada. En mi caso, tengo muchos clientes del otro lado, de los pueblos. Allí vive muchísima gente (unos 2.700 en la zona del concejo al oeste del Sella, según las últimas estadísticas). Deben ofrecer una alternativa, y si no la hay tenemos que plantarnos. Quince semanas es mucho tiempo. Demasiado".

Miriam Sánchez

Dueña de una droguería perfumería en la villa

"Tienen que dejar un carril abierto, si no será un trastorno enorme. Tengo mucha clientela del otro lado y se irán a Colunga, que les quedará mejor si el puente cierra. Nos repercutirá mucho económicamente a todos. Tengo un hijo en el instituto; entra a las ocho y cuarto y lo llevo en coche, pero solo hay un kilómetro desde casa hasta el centro. Si cierra el puente tendrá que ir andando. Yo no lo tengo tan mal, pero los estudiantes de otros pueblos no tendrán más remedio que dar un rodeo de 17 kilómetros. ¿Plantarse? Da igual, no nos van a hacer caso. Creo que buscarán una alternativa, no nos pueden dejar así".

Josefa Montes y las hermanas Maruja e Isabel Conlledo

Jubiladas de Lastres

"Viajamos con frecuencia a Ribadesella, al mercado semanal y al "fisio", pues nos toca aquí. Yo (Josefa) tengo una hija casada en Ribadesella. Venimos en autobús, por el puente. Compartimos viaje con los estudiantes del instituto y, aunque nosotras nos veremos afectadas por el cierre del puente, porque cambiarán los horarios y el tiempo de viaje, lo sentimos más por los chavales y, en general, por los riosellanos, porque los que vayan a la villa o a otros pueblos tendrán que dar un rodeo muy largo. A ver después los horarios del "fisio". Es mucho trastorno, mucho más para los de aquí, claro. Y mínimo cuatro meses, porque ya se sabe lo que pasa con las obras. Además, en septiembre y octubre aquí todavía hay mucha gente de fuera…".

Keysi Cordero

Dueña de un bar en la zona de El Picu

"No tenemos información, no sabemos qué puente van a hacer. Tienen que dejar un carril abierto. No puede ser tardar media hora en autobús para recorrer 500 metros. Dicen que dejarán pasar a los peatones por el puente, salvo los fines de semana. Será un caos, los fines de semana es cuando más gente cruza".

Luis Carlos Rodríguez

Dueño de una carnicería en la villa

"Las obras siempre causan molestias, pero con las condiciones que tiene este pueblo tener el puente cerrado 15 semanas va a ser tremendo. Será un caos. Y no solo se verán perjudicados los que usan coche. A ver la gente sin coche cómo se lo monta. Yo tengo mucha clientela del otro lado. Tienen que pensar en una solución. Tienen que encontrarla, una solución intermedia entre el cierre total y que esté abierto todo el tiempo. Entre negro y blanco hay grises". n

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