Ingenieros militares ya estudian alternativas al cierre del puente de Ribadesella

Miembros del Ejército y del Ministerio de Fomento analizan varias opciones para construir un paso provisional sobre el Sella

Ramón Díaz

Ramón Díaz

Seis militares y cuatro responsables del Ministerio de Fomento estudian sobre el terreno la posibilidad de construir un paso provisional sobre el río Sella como alternativa al cierre del puente de Ribadesella al tráfico rodado durante 15 semanas. Los ingenieros del Ejército han analizado varias opciones: la zona de los campos de Oba, en las inmediaciones de la localidad de Lloviu; el área más cercana al actual puente, y el tramo que va desde el extremo este de la playa de Santa Marina y el inicio del paseo de la Grúa. No ha habido declaraciones.

Los militares, de Mando de Ingenieros, con base en Salamanca, han sido movilizados por la Delegación del Gobierno en Asturias, con el objetivo de comprobar si es posible construir un puente provisional sobre el Sella para evitar que la villa, y por extensión todo el concejo riosellano, queden partidos en dos. La posibilidad de un cierre sin alternativa al cierre del puente ha generado a la vez preocupación e indignación entre la mayoría de los vecinos, dado que hay servicios fundamentales para el devenir diario a ambos lados de la ría.

Un cierre total del puente al tráfico como el que se ha anunciado dejaría a un lado del Sella el instituto, el centro de día, el polideportivo y varios comercios, bares, restaurantes y hoteles; y al otro, el centro de salud, las sedes de la Guardia Civil y la Policía, el Ayuntamiento, la estación de autobuses, la parada de taxis y también numerosos comercios y establecimientos de restauración y hotelería. La única comunicación entre las dos zonas de Ribadesella sería de este modo la autovía del Cantábrico, por la que no pueden circular ciclomotores, bicicletas o vehículos agrícolas, por ejemplo.

Sin tráfico por el puente, lo que en la actualidad es un recorrido de unos 300 metros se convertiría en un rodeo de 17 kilómetros para los vehículos que pueden circular por autovía, y de más de 40 kilómetros para el resto.

La posibilidad de habilitar un puente militar provisional fue expuesta por el alcalde de Ribadesella, Paulo García (PP), durante una reunión celebrada en la Delegación del Gobierno hace unas semanas. Aunque en un primer momento nadie pareció atender la demanda del regidor, la semana pasada fue la propia delegada del Gobierno en Asturias, la riosellana Adriana Lastra, la que anunciaba que ingenieros militares viajarían a Ribadesella "para inspeccionar si es posible hacer un paso alternativo al puente de Ribadesella mientras este permanezca cerrado por obras de rehabilitación, y en qué punto podría habilitarse".

Los militares llegaron a la capital riosellana en la tarde del lunes, pero fue este martes cuando han analizado en detalle las posibilidades de una alternativa al actual puente. Si es posible tenderlo, entraría en funcionamiento nada más cerrarse el próximo 15 de septiembre, según los cálculos del Gobierno central.

Lo que podría instalarse en Ribadesella sería un puente ""Mabey", como el que se ha tendido en la localidad de Buñol, en Valencia, para paliar la destrucción causada por las riadas. Son puentes prefabricados de apoyo logístico, que pueden instalarse y retirarse con relativa facilidad. Soportan un peso de hasta 80 toneladas, lo que permite el paso rodado, incluso de vehículos pesados. 

El principal problema que están encontrando los militares es la distancia entre las dos orillas del Sella. El puente actual tiene 196 metros de longitud sobre la ría y 115 sobre tierra firme, mientras que los puentes militares no suelen sobrepasar habitualmente los 80 metros de longitud. Los puntos con menor longitud entre las orillas del Sella son la zona de los campos de Oba y el área entre la Punta del Arenal, en el extremo este de la playa de Santa Marina, y el inicio del paseo de la Grúa. Todos estos puntos fueron visitados este martes por los ingenieros militares.

Tracking Pixel Contents