Más de mil kilos de oricio en Colunga: así fue el festival de Huerres

El Club de las Guisanderas imparte una clase magistral y recibe un premio en reconocimiento a su defensa de la cocina asturiana

Por la izquierda, Rosa María del Fueyo, Teresa Camacho, Teresa González, Lydia Vázquez,  Primi Escandón, Lucía Barro, Amada Álvarez, Aida Rosales, Ruth Vigil, José Ángel Toyos y Antonia Fernández. | J. Q.

Por la izquierda, Rosa María del Fueyo, Teresa Camacho, Teresa González, Lydia Vázquez, Primi Escandón, Lucía Barro, Amada Álvarez, Aida Rosales, Ruth Vigil, José Ángel Toyos y Antonia Fernández. | J. Q.

J. Quince

Huerres (Colunga)

Gran fin de semana gastronómico en Huerres, en Colunga, donde ni el frío ni la lluvia mermaron afluencia al XII Festival del Oriciu, que puso a la venta más de mil kilos de este manjar del Cantábrico que vuelve este año a las mesas al haberse levantado las medidas restrictivas de captura que se adoptaron por el declive de la especie.

A pesar de las inclemencias meteorológicas los organizadores se mostraron sorprendidos por la buena respuesta del público: "Estamos muy contentos porque, aunque hizo malo vino mucha gente y lo vendimos todo", señaló Juan Riestra Ruiz, miembro de la comisión de festejos. Pero los asistentes no solo pudieron degustar el sabor del oricio en su versión más tradicional, también en otros platos elaborados con este producto, como croquetas o tortillas. Además, no faltaron otras especialidades para acompañar, como tortos con picadillo y boroña preñada.

Fue un fin de semana de celebración, y también de esfuerzo, siendo la jornada del sábado especialmente intensa en los fogones, tanto para la comida como para la cena. Las doce mujeres de la Comisión de Festejos de Huerres, encargadas de la cocina, trabajaron a un ritmo frenético sin perder la sonrisa: "Por la mañana hicimos por lo menos unas noventa tortillas, ciento y pico platos de croquetas y otras tantas raciones de tortos", apuntó Pilar Ruiz.

El evento central del fin de semana tuvo lugar durante la tarde del sábado, cuando tomaron protagonismo las Guisanderas de Asturias. Este club, formado por cuarenta mujeres cocineras de la región, recibió el "Oriciu de Honor", un galardón que, como figura destacada de Asturias, reconoce su valiosa labor en la preservación de la tradición culinaria asturiana.

Pilar Ruiz, de la Comisión de Festejos de Huerres, con una bandeja de oricios.

Pilar Ruiz, de la Comisión de Festejos de Huerres, con una bandeja de oricios.

Las Guisanderas ofrecieron una demostración de su cocina a través de una masterclass gastronómica, en la que elaboraron una receta basada en oricios, como no podía ser de otra manera, y utilizando producto de Conservas Eutimio, de Lastres: "Hay que tirar por las cosas de la tierra y el producto de proximidad. El oricio es algo nuestro que hay que seguir manteniendo porque tiene mucho valor y es muy versátil", explicó Amada Álvarez, presidenta del club.

Rosa María del Fueyo, Teresa Camacho, Teresa González, Lydia Vázquez, Primi Escandón, Amada Álvarez y Aida Rosales, en representación de todo el club, recibieron el premio, una escultura obra del artista Kiko Urrusti, que fue entregado por los representantes de la Comisión de Festejos y el alcalde del municipio José Ángel Toyos. Aida Rosales, del restaurante Casa Eutimio de Lastres, expresó su orgullo por recibir el galardón en su tierra: "Es un honor recoger este premio en casa. Me hace mucha ilusión que hayan podido venir mis compañeras guisanderas desde cada punto de Asturias".

Rosales también reflexionó sobre el futuro de la tradición culinaria asturiana que, asegura cada vez se le da más importancia: "Nosotras aprendimos de nuestras madres y abuelas y es lo que intentamos transmitir a las nuevas generaciones. Por suerte hay muchos establecimientos que están tratando de mantener esa tradición y que luchan por hacer los platos de siempre", concluyó.

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