"La Semana Santa de Infiesto conmueve hasta las entrañas", asegura Fernando Canellada, pregonero de la celebración

"La escenificación del Viacrucis Viviente nos deja sin palabras", destaca el periodista naveto, subdirector de "La Provincia/Diario de Las Palmas", del mismo grupo editorial que LA NUEVA ESPAÑA

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Ramón Díaz

Ramón Díaz

Infiesto (Piloña)

"Infiesto ha cambiado y su Semana Santa está irreconocible desde que en 2014 se ha empezado a representar la vida y muerte de Jesús en un soberbio espectáculo", señaló ayer el pregonero de la Semana Santa de la capital piloñesa, el periodista naveto Fernando Canellada Crespo, subdirector de "La Provincia/Diario de Las Palmas", del mismo grupo editorial que LA NUEVA ESPAÑA. La Semana Santa de Infiesto ha ganado en estos años "en religiosidad, esplendor, participación y presencia pública, con un mensaje más elocuente que cualquier oratoria sagrada. La escenificación del Viacrucis Viviente nos deja sin palabras", continuó Canellada, que dedicó el pregón a la memoria del ilustre piloñés Luis Antonio Azcoitia Argüelles, "Lele", fallecido hace dos años.

Asistentes a la lectura del pregón de la Semana Santa de Infiesto, ayer. | RAMÓN DÍAZ

Asistentes a la lectura del pregón de la Semana Santa de Infiesto, ayer. / Ramón Díaz

Comenzó el capítulo de agradecimientos "con la Cofradía del Santo Cristo de la Misericordia, de la que fue Hermano Mayor el recordado José Miguel de la Cueva, al que siguió Carlos Blanco, al hoy Hermano Mayor Luis Mateo, y a sus cofrades colaboradores: Javier y Nacho Tamargo, Juan Carballo, Ángel Mayor, Isolina Puerta, Edit Escandón, Marta Melendi, y Carmen Sánchez Puerta". Agradecimiento que extendió a cofrades, voluntarios, bienhechores y colaboradores "por haber levantado esta colosal obra colectiva".

Dio gracias a la "benemérita labor de la Cofradía Víacrucis Viviente", y a Miriam Iglesias, Manuel Valiente, Ana Junco, Manuel Antonio Gayo, María Paz Llano, María Aurora González, José Antonio Llano, Rosario Pérez Mauricio, Charo, y a Víctor Rodríguez, "Viti". "‘40.000 Vitis necesita Piloña’, sintetizaba Juan Carballo para describir el trabajo de estos cofrades que todo el año, cada lunes de mercáu, con unas energías comparables a su optimismo y a su amor a Infiesto, hacen posible el milagro piloñés de la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo", señaló.

Tuvo un agradecido recuerdo para el reverendo Víctor Urrutia, "que en tiempos lejanos impulsó la tradición y recuperó el patrimonio procesional". Citó al cronista oficial de Piloña, Andrés Martínez Vega; y a los párrocos José Ramón Garcés y Francisco Donate, tras los que llegó en 2008 a Infiesto Manuel García Velasco, cofrade de honor, "que se ha enraizado hasta la médula en Infiesto" y que trajo consigo "la posmodernidad", según sentencio Gustavo Longo, testigo ilustrado de la historia de Piloña.

"Dramatización apoteósica"

Fernando Canellada, visiblemente emocionado, rememoró que llevó hace 15 años las andas que Manolo Cantora armó para La Dolorosa, las que "tantos años preparó Angelina Joglar". Y destacó que bajo el gran tapiz de Mercedes Toraño, tras la liturgia del Jueves Santo en la Iglesia, "se engendró toda la dramatización que hoy se ha convertido en impresionante y apoteósica con un realismo que conmueve hasta las entrañas".

Destacó que fue la directora de la Escuela de Música, la langreana Patricia Miriam Martín Iglesias, la que alentó la organización de un Viacrucis Viviente; con la colaboración "fundamental" de Rosario Pérez  Mauricio, Charo, y del grupo de teatro "Ensín reparu". Todos ellos asumieron el Viacrucis "como un reto personal". Después, llegó "la incorporación de los activistas de El roblón de Coya’, de la Asociación de Vecinos de Areñes y de tantas personas que contribuyen a esta oración colectiva de creyentes y no creyentes".

El concierto de la Agrupación Miusical "De la Fuente".

El concierto de la Agrupación Piloñesa Musical "De la Fuente". / Ramón Díaz

"La inquietud, el genio y la pasión bien entendida, de personas como Jaime Melendi, estrecho colaborador de Miriam, amplificaron el silencio y la música de estos días santos con el arte de las marchas procesionales música al más alto nivel", continuó el periodista, que destacó que cada Viernes Santo, miles de personas reviven en las calles de Infiesto "el juicio sumarísimo del hijo del Hombre que cambió la historia. ‘Estamos en la eternidad’, describe Gustavo Longo; en la eternidad resplandeciente", añadió.

"El Víacrucis es el símbolo para los creyentes de que a veces la existencia se endurece, los temores crecen y aumentan nuestras preguntas sobre el sentido de la vida", expuso Canellada, quien comentó que quedarán para siempre en la historia y en la memoria colectivas, nombres como los de los que protagonizaron la representación de aquel "Primer Viernes", en 2014, entre los que estaba "el recordado Manolo Marina", que hizo de José de Arimatea.

Las "mujeres ocultas"

No se olvidó de las "mujeres ocultas", fundamentales para el vestuario de época: Ana Olaya, María Paz Llano, Isaura Tolivia, María José Solís, Marta Diego, Conchita García y Carmen Fuente. También de los actuales párrocos, David Álvarez y Alfonso López, y de Manuel Castañedo. "La Semana Santa bien vivida está llamada a dejar huella en nuestras almas, en nuestro ser y actuar", proclamó Canellada, que añadió que mucho más importante que el éxito de público y el impacto social es "tener conciencia que celebramos la muerte y resurrección de Cristo".

"Vivamos la Semana Santa como se merece, como nos merecemos", subrayó. "No os dejéis arrebatar la Semana Santa. Como os propusisteis desde el primer momento, no hagáis que sea un carnaval. No la frivolicéis como un espectáculo solo mundano. No hagáis que se adultere su sentido profundo. No tiene precio. Ni se compra ni se vende, como las cosas más profundas de la existencia. Es un exponente de la tradición cristiana de la historia, de nuestra historia", manifestó Canellada, que finalizó con un consejo: "Dejémonos atrapar por la escenificación de la vida y la muerte de Jesucristo, y a través de ella, entremos en profunda comunión con quien es la fuente de la vida y del amor".

Al finalizar la lectura del pregón, Fernando Canellada recibió una larga ovación, con buena parte del aforo, que llenaba la iglesia de Infiesto, puesto en pie. Después hubo un concierto de marchas procesionales ofrecido por la Asociación Piloñesa Musical "De la Fuente".

Lea aquí el pregón completo.

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