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J. Quince
Ver galería >No hay Semana Santa sin la Última Cena y, en Infiesto esta tradición no sería lo mismo sin el esfuerzo y compromiso de quienes la hacen realidad. Año tras año, cientos de vecinos se vuelcan en dar vida a una representación que es ya seña de identidad de la localidad piloñesa, y que sigue creciendo en participación, detalle y emoción.
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No hay Semana Santa sin la Última Cena y, en Infiesto esta tradición no sería lo mismo sin el esfuerzo y compromiso de quienes la hacen realidad. Año tras año, cientos de vecinos se vuelcan en dar vida a una representación que es ya seña de identidad de la localidad piloñesa, y que sigue creciendo en participación, detalle y emoción.
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No hay Semana Santa sin la Última Cena y, en Infiesto esta tradición no sería lo mismo sin el esfuerzo y compromiso de quienes la hacen realidad. Año tras año, cientos de vecinos se vuelcan en dar vida a una representación que es ya seña de identidad de la localidad piloñesa, y que sigue creciendo en participación, detalle y emoción.
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No hay Semana Santa sin la Última Cena y, en Infiesto esta tradición no sería lo mismo sin el esfuerzo y compromiso de quienes la hacen realidad. Año tras año, cientos de vecinos se vuelcan en dar vida a una representación que es ya seña de identidad de la localidad piloñesa, y que sigue creciendo en participación, detalle y emoción.
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