La Última Cena cobra vida en Infiesto: "Es increíble cómo crean esta magia"

No hay Semana Santa sin la Última Cena y, en Infiesto esta tradición no sería lo mismo sin el esfuerzo y compromiso de quienes la hacen realidad. Año tras año, decenas de vecinos se vuelcan en dar vida a una representación que es ya seña de identidad de la localidad piloñesa, y que sigue creciendo en participación, detalle y emoción.

La obra, uno de los pasajes más emblemáticos de la tradición cristiana, llegó tras la misa de la Cena del Señor en la iglesia parroquial de San Antonio de Padua, cantada por la Coral Polifónica de Piloña. Así como Leonardo da Vinci inmortalizó este instante en uno de los murales más icónicos de la historia del arte, los piloñeses ofrecen con mimo su propia versión en un templo reconvertido en el escenario del simbólico cenáculo.

La Última Cena cobra vida en Infiesto

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Jesús y los doce apóstoles comparten mesa en una puesta en escena cuidada al detalle, en la que el vestuario de los protagonistas y la música ambiental logran una recreación realista y solemne de un episodio cargado de significado y que no deja indiferente a nadie. "Es increíble cómo crean esta magia en el ambiente. Se nota que lleva mucho trabajo previo", señaló Jorge Alonso, "es la primera vez que lo veo, me lo habían recomendado y este año no me lo quería perder. Me ha encantado", añadió Carmen Sánchez.

Prendimiento de Jesús

Finalizada la escena, la acción se trasladó a la Plaza Mayor, transformada por una tarde en el Huerto de los Olivos, donde tuvo lugar la oración y el prendimiento de Jesús. La jornada culminó en la plaza del Ayuntamiento con la dramatización del juicio ante el Sanedrín, una de las escenas más intensas, en la que decenas de actores dan vida al proceso que desemboca en la condena de Jesús.

"Son tres actos en los que se cuidan los textos bíblicos. Pero también la escenografía y los trajes, que se hacen durante todo el año", apuntó José Antonio Peruyero, quien interpretó el papel del discípulo Simón Pedro.

La procesión nocturna del Nazareno puso fin a la jornada. Hoy, Infiesto vivirá su día más importante con la celebración del Vía Crucis Viviente. La representación recorrerá las principales calles de la localidad hasta alcanzar la Plaza del Ganado, donde será la crucifixión a partir de las 18:00 horas.

Impulsada por la Cofradía del Vía Crucis Viviente, con el respaldo del Ayuntamiento y de la Asociación Cultural Histórica Piloñesa, esta iniciativa popular que moviliza a cientos de vecinos como figurantes, busca consolidarse como Fiesta de Interés Turístico Regional por su valor cultural, su cuidada puesta en escena y su capacidad para implicar a toda una comunidad.