Guerra abierta en Cabrales: Más de 500 vecinos firman contra el proyecto para construir una planta de biogás en Arenas

"La ubicación supone un grave riesgo para nuestro entorno natural, la salud pública y la calidad de vida de quienes aquí vivimos", señala la plataforma civil contra la instalación

Infografía de la planta de biogás proyectada en Arenas de Cabrales.

Infografía de la planta de biogás proyectada en Arenas de Cabrales. / LNE

Ramón Díaz

Ramón Díaz

Arenas de Cabrales

Más de 500 vecinos de Arenas de Cabrales han firmado en solo tres días en contra de la construcción de una planta de biogás para el tratamiento de sueros y purines en la zona de Pescandi, asegura la recién creada plataforma civil que se opone al proyecto. "La rapidez de la respuesta vecinal contrasta con la absoluta falta de transparencia del Ayuntamiento, que ha aprobado este proyecto a espaldas de la ciudadanía, sin ofrecer información ni explicaciones", añade el colectivo.

"La ubicación de esta planta supone un grave riesgo para nuestro entorno natural, la salud pública y la calidad de vida de quienes aquí vivimos", exponen los integrantes de la plataforma, que manifiestan su preocupación por "los olores persistentes, la posible contaminación de acuíferos y el impacto negativo sobre la agricultura y el turismo local".

"Rechazamos ser tratados como una solución fácil a un problema que afecta a toda la comarca, y exigimos a las autoridades transparencia, estudios rigurosos de impacto ambiental y alternativas que no perjudiquen a un solo municipio", detallan en un comunicado, emitido veinticuatro horas después de que la denominación de origen protegida (DOP) del queso de Cabrales lanzara otra nota en la que manifestaba su apoyo a la planta de biogás.

"La mayoría de los vecinos se están enterando ahora, por sorpresa, de una decisión que amenaza con alterar gravemente su día a día", señala la plataforma, que denuncia que se está imponiendo "una decisión que compromete gravemente la calidad de vida, el medio ambiente y el modelo turístico del municipio, sin ofrecer ninguna justificación pública".

Según la plataforma, la planta de biogás "no solo centralizará los purines, lactosueros, etcétera del oriente asturiano en una sola localidad, sino que convertirá a Arenas en un punto negro de malos olores y tráfico pesado". Añade que la población se enfrenta "a la perspectiva de convivir con un foco de contaminación constante y con un desfile diario de camiones cargados de desechos atravesando sus calles. Una decisión injustificable, tomada sin consenso, que pone en riesgo la salud, el bienestar y el futuro del municipio", añade.

Los opositores al proyecto temen que la planta convierta Arenas "en un lugar marcado por los malos olores, como ya ha ocurrido en otras localidades asturianas donde se han instalado infraestructuras similares". Sostienen que no se trata de una suposición infundada, sino "de una realidad que ya ha sido denunciada: los olores persistentes de estos desechos animales han llegado a impregnar pueblos enteros, afectando gravemente la vida diaria de sus habitantes".

La ubicación elegida para la planta de tratamiento de purines indigna aún más, si cabe, a quienes se oponen a ella, al ubicarse entre un camping y un hotel, "lo que supone una amenaza directa al turismo, uno de los principales motores económicos de la zona".

"Además, el camino de Pescandi, un espacio tranquilo por el que pasean habitualmente personas mayores, se verá alterado por el constante tránsito de camiones cargados con purines. Esta decisión no solo pone en riesgo la salud pública y el entorno, sino también la dignidad y el derecho a una vida tranquila de toda una localidad", añade la plataforma civil contra la planta de biogás.

"Resulta indignante que un proyecto de tal envergadura haya sido elaborado y aprobado completamente de espaldas a la ciudadanía, sin información previa ni consulta alguna", señala la plataforma, que afirma que los vecinos desconocen los motivos de esta decisión, y añade que, hasta la fecha, el Ayuntamiento no ha ofrecido "ninguna explicación ni ha atendido las peticiones vecinales de reuniones informativas".

"Esta falta de transparencia es inaceptable, especialmente ante una decisión que amenaza con afectar gravemente la calidad de vida de los vecinos. Además, el impacto en una zona que vive del turismo podría ser devastador, comprometiendo el desarrollo económico local y el bienestar de toda la comunidad", exponen los integrantes de la plataforma civil cabraliega, que no entienden "por qué este proyecto se ha llevado a cabo con tanto sigilo y opacidad.

Lanzan varias preguntas: "¿A quién beneficia realmente? ¿Qué tipo de empresa está detrás de su ejecución para un negocio de carácter privado? ¿De quién es esta empresa? ¿Por qué se oculta la identidad y los detalles del proyecto?". Exigen "respuestas claras y acceso a la información". Porque "un asunto de tal envergadura no puede imponerse a espaldas del pueblo ni al margen del interés general".

Los vecinos que se oponen al proyecto aseguran que apoyan "firmemente" el reciclaje y el aprovechamiento responsable de estos residuos como una medida ambiental necesaria, pero rechazan que la planta se construya en el concejo de Cabrales. "Consideramos inaceptable que esta carga recaiga sobre nuestra comunidad sin haber sido debidamente informados ni consultados", apuntan.

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