La buscada soledad de Emilio Serrano: las reflexiones del empresario riosellano de 92 años en su último libro

El escritor y empresario riosellano reflexiona en su último libro con 365 meditaciones sobre "cuando hablan los silencios, escuchan los sentimientos".

Emilio Serrano, con su nuevo libro, en su casa de Collera.

Emilio Serrano, con su nuevo libro, en su casa de Collera.

Fernando Delgado

Fernando Delgado

Collera (Ribadesella)

El empresario y escritor riosellano Emilio Serrano Quesada reside en la misma casa de San Martín de Collera donde nació hace 92 años (el pasado 17 de mayo fue su cumpleaños). En su extensa y pétrea mansión, inundada por 7.500 libros, 382 cuadros y más de un centenar de trofeos, reconocimientos y distinciones, apenas queda un hueco libre para colocar en sus estanterías su último y séptimo libro titulado "Mis vivencias en buscada soledad".

"Estoy plenamente convencido en mis meditaciones de buscada soledad que, cuando los silencios hablan, los sentimientos escuchan", sentencia. Este libro dedicado a su familia, amistades y herederos "tiene como único fin darles a conocer como traté de gobernar mis éxitos y errores a lo largo de mi vida. Es una privada confesión con mi yo interno. Cuando uno busca un momento de su tiempo y se detiene en sus meditaciones siempre surge, a mi avanzada edad, un refugio espiritual, pleno de sentimiento, donde he procurado sentirme afortunado con un pasado feliz y generoso. En el equipaje de mi viaje por la vida siempre llevé la maleta repleta de sueños, ilusión y esperanza", afirma.

Las 365 reflexiones que comparte en este libro, una para cada día del año, suponen un testamento literario de su intimidad y una confesión con su yo interno. Este gran conservador de lo material y de lo espiritual tiene contabilizadas hasta las 92 felicitaciones que recibió el año pasado por su cumpleaños y las 390 por Navidad. Seguro que el sábado pasado batió este récord.

De niño, entre los 5 y los 17 años, se trasladó a vivir a Quintanar de la Orden, en Toledo, donde su padre Emilio fue a sustituir a su abuelo Julián en Anís de La Asturiana. Luego fundó anís Tico-Tico en Madrid y recorrió todos los pueblos de las provincias de Guadalajara, Cuenca, Ciudad Real y Madrid abriendo mercado a su producto. Esos viajes, a principios de los años cincuenta, los realizó en la primera moto Guzzi que llegó a España, la número 12, fabricada en Italia y que aún conserva en perfecto estado. Luego cambió la moto por un Ford de 1932 que también conserva "pero no está en muy buen estado", matiza.

En 1960, su padre fundó en Collera, junto a sus cinco hijos, destilerías Los Serranos, en el mismo lugar donde su bisabuelo materno Bernardo Llano ya había ejercido como destilador de licores. Por lo tanto, Emilio Serrano lleva el alambique en su sangre desde que nació, ya que en su empresa familiar confluyen dos distintas dinastías de destiladores: una originaria de Collera, en Ribadesella, desde 1870, y otra de Quintanar de la Orden, en Toledo, desde 1895.

Literatura

Este modélico empresario, colaborador habitual de LA NUEVA ESPAÑA, siempre combinó el alambique con la literatura. Prueba de ello son los seis libros que preceden a "Mis vivencias en buscada soledad": "Postales de ayer, palabras de hoy", "Con sabor a guindas", "Desde mi desván, soltando amarras" "El caso de Los Serranos", "Brisas de mar y silencio" y "Reflexiones en la intimidad del confinamiento". También ha publicado otros siete libros en colaboración con otros escritores como Manuel Vázquez Montalbán.

Entre las decenas de distinciones que decoran las paredes de su casa, cuidadosamente enmarcadas, destacan los títulos de "Hijo Predilecto de Ribadesella" recibido en 2009, "La Medalla de Plata del Principado de Asturias" de 2014 y "El Premio de Turismo" de 1997 por ser pionero de la presencia de Asturias en la Feria Internacional de Turismo (FITUR). Junto a sus amigos Francisco Rodríguez, presidente de Reny Picot, y Pepe Cosmen, fundador del grupo Alsa, ya fallecido, lidera el grupo de asturianos más laureados con más de un centenar de reconocimientos cada uno de ellos.

Ha pronunciado quinientos pregones por toda la geografía asturiana y trabaja actualmente en su próximo proyecto de un libro recopilatorio que llevará por título "Mis pregones por Asturias". Gran defensor y estudioso de la sidra, en los años ochenta, realizó más de mil análisis para conocer su calidad con el fin de contribuir a su mejora.

"Saber aprender" es la cura que utiliza en su día a día contra el envejecimiento. El amor a su oficio también le hace ser destilador de palabras y en su prosa poética se escucha siempre el sonido de la vida llena de imprevistos: alegrías y tristezas, debilidades y fortalezas de fe, ilusión y esperanza. Escribe como único proyecto viable de dictarle a su conciencia sus pensamientos y como una especie de privada confesión con el lector en la que el autor se alivia de sus pecados, sin penitencia alguna, para dar tranquilidad a su paz interna.

Emilio no pone límite a sus fronteras y se pierde por esos caminos escondidos, apenas transitados en la sociedad actual, para salir al encuentro de valores olvidados que fortalecen el eco de sus sentimientos y recuerdos. A sus 92 años, nada le impide exponer sus impresiones y decir abiertamente lo que siente. Escribe por auténtica vocación y se emociona ante los detalles que le rodean y que, sencillos o complicados, son parte de la intensa actividad de su trayectoria vital.

Destila sus recuerdos con el mismo mimo y cuidado que pone en el alambique para unir, cargados de emociones, pasado y presente sin olvidarse del futuro. Sus artículos son fruto de una ordenada madurez en la que, cuando los años pasan, se valora el tiempo de otra manera y su lectura nos ofrece un determinado sentimiento de afecto y amistad.

Particular estilo

Este escritor de particular estilo cultiva como nadie la prosa poética y ha heredado por partida doble de sus ancestros familiares la pasión y devoción por el alambique. Apuesta por la calidad por encima de la cantidad. Su trabajo, sin prisa, pero sin pausa, le ha permitido consolidar una marca de prestigio en el competitivo mercado nacional e internacional. El secreto de su éxito: ser él mismo, no dejarse arrastrar por las modas pasajeras y poner amor, ilusión, dedicación y pasión en todo lo que hace.

Con su prosa poética, que cultiva con una cadencia y un ritmo muy particular, unida a su especial sensibilidad y romanticismo para transmitir sus sentimientos y emociones, consigue convertir lo difícil en fácil y hablar en poesía a través de su prosa. Este Quijote sin lanza, ha conseguido vencer a los molinos de viento de la competitiva sociedad actual y escribe a través de una poesía en movimiento.

En su extensa y pétrea mansión de Collera, construida en 1878, Emilio Serrano ya ha encontrado un lugar preferente para colocar en sus abarrotadas estanterías su nueva obra "Mis vivencias en buscada soledad", publicación que recoge sus sentimientos, sus reflexiones y su trabajo como ejemplar destilador de licores y de ideas.

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