El aulario de Porrúa (Llanes) cumple cien años: "La escuela rural es una familia"

Una exposición, fruto del trabajo colaborativo de la comunidad educativa y vecinal local, rescata la memoria colectiva compartida por varias generaciones

Julia Quince

Porrúa (Llanes)

En el año 1913, el arquitecto Pío Junco Pandal, natural de Porrúa y emigrado a La Habana, redactó el proyecto para unas nuevas escuelas en su localidad nata. Concebidas como casa-escuela, el edificio preveía aulario y vivienda para el profesorado, todo dividido en dos mitades: una para niños y otra para niñas, como mandaban los cánones de la época. Su construcción fue posible gracias al esfuerzo colectivo de los porruanos emigrados en América, que financiaron el 75% de la obra, 33.000 pesetas de entonces, mientras que el Ayuntamiento de Llanes asumió el resto. Aquel proyecto tomó vida en el curso 1924-1925 con la apertura de las llamadas Escuelas Nacionales de la localidad, hoy sede del Colegio Rural Agrupado (CRA 1).

Con motivo de su centenario, el Museo del Oriente de Asturias inauguró ayer la exposición "Aprendiendo. 100 años de escuela en el oriente de Asturias". "Lo significativo no es el edificio, sino las experiencias de todas las personas que le han dado vida y ese es el punto de vista en el que se ha centrado la muestra", explicó Cristina Cantero, directora técnica del Museo.

La jornada fue especialmente emotiva para la comunidad educativa de Porrúa y para todos los que, en algún momento, pasaron por sus aulas. Un día especial en el que se rindió homenaje a esas cuatro generaciones que aprendieron y se formaron en estas escuelas y a la familia educativa que se ha ido creando en este tiempo.

La muestra, fruto de un intenso trabajo colectivo en el que fuera "Pueblo ejemplar de Asturias" en 2005, recoge lo que han denominado como "estaciones de memoria", espacios temáticos que rescatan vivencias de la infancia en la escuela: los juegos, los momentos de estudio, las llamadas a comer... Entre ellas destaca una dedicada al "Seliquín", un grupo musical formado por alumnado del centro que forma ya parte de la historia de la lengua asturiana.

La exposición incluye también objetos de la vida cotidiana en casa y en la escuela que animan a reflexionar sobre los cambios y las permanencias de estas últimas diez décadas: ropas, juguetes, material escolar y vídeos de entrevistas realizadas por los pequeños del CRA a personas mayores de la comunidad.

En el acto estuvieron presentes Pablo León, director general de Cultura y Patrimonio; Olaya Gómez, directora general de Emigración y Políticas de Retorno; Aurora Aguilar, concejala de Educación, José Luis Villaverde, presidente de la Fundación titular del museo, y Patricia Pendás, directora del CRA 1.

Durante sus intervenciones se puso en valor el papel de las escuelas rurales, como la de Porrúa, que continúan resistiendo a pesar de las dificultades: "La escuela rural es una familia y la mayor satisfacción es ver crecer a los pequeños", expresó Patricia Pendás. En la misma línea, Aurora Aguilar subrayó que estas escuelas "no solo son vehículo de educación, sino un lugar donde aprender y crecer en un entorno cercano y familiar. Don fundamental para construir un futuro".

Por su parte, Olaya Gómez Romano recordó el papel fundamental del capital indiano y de la emigración en la construcción de esta escuela y otras muchas iniciativas sociales en Asturias, un legado que es especialmente relevante en la comarca del Oriente: "Aquellos que nunca olvidaron su tierra y siempre contribuyeron al desarrollo de su comunidad, como es en este caso el ejemplo de Porrúa. Tenemos la obligación recordar y reconocer la aportación de la emigración al desarrollo de Asturias".

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