"El ganado se muere de sed", el clamor de los ganaderos contra el parque nacional por incumplir su promesa de llevar agua a la majada de Amuesa

"Estamos desesperados", señalan los profesionales que utilizan esa zona de los Picos de Europa, que deberán bajar las reses en unos días, ya que la única charca existente está "completamente seca"

Guillermo Echizarreta y su hijo Jorge, en la majada de Amuesa.

Guillermo Echizarreta y su hijo Jorge, en la majada de Amuesa. / Cedida a LNE

Ramón Díaz

Ramón Díaz

Bulnes (Cabrales)

"Los ganaderos llevamos años peleando para que los responsables del parque nacional de los Picos de Europa cumplan lo que prometieron: llevar agua de Jou del Agua a la majada de Amuesa. Estamos aburridos, desesperados, ya no sabemos qué hacer". Quién se manifiesta en estos términos es Guillermo Echizarreta Mier, uno de los ganaderos que utilizan los pastos de la majada de Amuesa, en Puerto Maín, en terrenos pertenecientes a Bulnes, en el concejo de Cabrales, en el corazón del parque nacional de los Picos de Europa.

Parques elude su promesa de dar agua a Amuesa: "El ganado se muere de sed"

La charca de Amuesa, seca. / Cedida a LNE

Echizarreta, lo mismo que otros varios ganaderos, subieron sus reses a Amuesa hace unos días, pero la única charca natural existente en la majada está completamente seca. "Antiguamente, tenía agua casi todo el año, pero ahora se fue sacando desde hace veinte o treinta años y ahora el ganado no tiene donde abrevar", clama Echizarreta, que se queja amargamente de que, si nada cambia, tendrán que bajar el ganado en los próximos días, con el riesgo de que les quiten las ayudas, puesto que están obligados a mantener el ganado en el puerto durante, al menos, tres meses.

Una manguera demasiado gruesa

"Tienen que cumplir lo que nos prometieron", señala el cabraliego, que resalta la esperpéntica situación que se vive en la zona: "Trajeron en helicóptero la manguera que iba a llevar agua de Jou del Agua a la charca de Amuesa, pero es demasiado gruesa, como un canalón".

Ganado en la majada de Amuesa, con el Picu Urriellu al fondo.

Ganado en la majada de Amuesa, con el Picu Urriellu al fondo. / Cedida a LNE

El problema es que con ese grosor no es flexible y, dado lo abrupto del terreno, no se puede instalar. Así que los trozos de manguera están tirados por el parque nacional desde hace cuatro años, sin cumplir función alguna. Y el ganado, sin agua que llevarse a la boca. Los ganaderos que utilizan Amuesa subieron sus reses el pasado 1 de junio, y sopesan bajarlo de nuevo el 1 de julio "para que no se muera de sed".

Diferente vara de medir

"Ellos no cumplen lo básico", resalta Echizarreta, que se queja de la diferente vara de medir de la Administración, cuando exige a los ganaderos y cuando se exige a sí misma. "Si instalo un cebadero lo primero que me exigen es tener agua. Pero a ellos no hay quien les exija". Critica la nula ayuda del Ayuntamiento de Cabrales. "Nos tiene vendidos. No ayuda, si acaso pone trabas", dice.

Jorge Toraño, en la Canal de Amuesa, cerca de su coronación.     Abajo se ven los dos barrios de Bulnes y, en lo alto, el collado  de Pandébano.

La Canal de Amuesa, cerca de su coronación. / Melchor Fernández Díaz

Sin relevo generacional en el parque nacional

Guillermo Echizarreta ve el futuro con tristeza. Tiene 41 años y es el más joven ganadero de la zona. La mayoría tiene de 60 años para arriba, y una vez que cumplan el compromiso que firmaron para mantenerse en activo cinco años, se retirarán. Tampoco hay relevo generacional, porque para los ganaderos "todo son trabas. Todo son palabras y promesas que no se cumplen".

Este ganadero cabraliego, que reside en Carreña y con raíces familiares en Bulnes, tiene un hijo de 9 años, Jorge Echizarreta Rojo, al que le encanta el ganado y subir al puerto. "Es feliz con los animales. Se desvive por esto". Pero duda de que pueda acabar dedicándose a lo que más le gusta a la vista de todos los obstáculos que debe superar la ganadería extensiva.

Efectos del cambio climático

¿Por qué se secó la charca? Seguramente tiene que ver el cambio climático, pero también "que no se limpió, que no hubo ningún mantenimiento", indica el ganadero. "Ni hacen nada, ni te dejan hacer. No te dejan tocar nada y la charca se pierde", clama el cabraliego. Una charca que seguramente llegó a superar en su momento los dos metros de profundidad, pero que en la actualidad no pasa ni en los meses lluviosos del "medio metro escaso".

Bulnes.

Bulnes (Cabrales). / LNE

En la actualidad suben ganado a esa zona de los Picos de Europa tres ganaderos, pero hay más con derechos, unos doce o trece, solo que "no suben porque no hay agua", explica Echizarreta.

¿Qué hará si no le queda más remedio que bajar el ganado? Pues llevarlo a la pradería de La Jelguera, en Bulnes, privada. De nada le servirá seguramente haber pagado la licencia municipal para llevar su ganado a montes públicos. Entre las cosas que más le duelen está que el problema del agua en Amuesa se podría solucionar "con una manguera de grosor normal", como las domiciliarias.

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