Finalizan los trabajos para garantizar la seguridad en el entorno de Tito Bustillo, en Ribadesella

La intervención, promovida por el Principado y que ha costado 48.158 euros, afectó al talud de la parte trasera del edificio, del que se habían desprendido fragmentos de roca

El talud del Centro de Arte Rupestre de Ribadesella, tras las obras.

El talud del Centro de Arte Rupestre de Ribadesella, tras las obras. / P. A.

Elena Fernández-Pello

Elena Fernández-Pello

Oviedo

Los trabajos de refuerzo del talud situado en la parte trasera del Centro de Arte Rupestre Tito Bustillo, en Ribadesella, uno de los equipamientos culturales más visitados de Asturias, se han dado por finalizadas. La intervención en el entorno del edificio, promovida por la Consejería de Cultura, tenía el propósito de garantizar la seguridad frente a los desprendimientos de roca que se habían venido registrando en los últimos años.

Barrera de protección

Para ello se ha repuesto y reforzado la barrera de protección que se había instalado en 2009 y que había resultado dañada en sucesivos derrumbes.

La mirada del arte paleolítico en Tito Bustillo

El Centro de Arte Rupestre de Tito Bustillo, en Ribadesella. / J. Quince

Con más detalle, las actuaciones llevadas a cabo en el entorno del equipamiento cultural riosellano han consistido en la sustitución de los postes de la barrera, la renovación de la malla secundaria y la reposición de cableado de tensión y retención, y de los grilletes de sujeción.

Técnicas muy específicas

También se ha procedido a reparar el sistema de contención y se han retirado los bloques de roca desprendidos a lo largo de los últimos años, algunos de hasta tres metros de altura y 4,5 metros de ancho. Para ello se ha recurrido a técnicas muy específicas, como los martillos de fondo y los cementos expansivos.

Inversión de 48.158 euros

En estos trabajos la Administración del Principado ha invertido 48.158 euros. La empresa New Construction, especializada en este tipo de intervenciones, ha sido la encargada de ejecutarlos. Con ellos la Consejería de Cultura da por garantizada la seguridad, a la vez que queda preservado un entorno natural y patrimonial de especial interés.

Descubierta en 1968

Descubierta en 1968 por un grupo de jóvenes espeleólogos, se localiza en el macizo de Ardines (Ribadesella), en la desembocadura del río Sella. Es una única galería de 700 m de longitud, en cuyo recorrido se distribuyen varias salas secundarias, muchas de ellas decoradas. La entrada prehistórica, actualmente cegada por un derrumbe ocurrido con posterioridad a la ocupación paleolítica, se localizaba en la parte suroccidental del macizo, sobre el curso del río San Miguel, responsable de la formación de su extensa red de galerías. La entrada actual, emplazada en el extremo opuesto al de la entrada prehistórica, se realiza a través de un túnel artificial abierto en 1970 para facilitar el acceso a las visitas turísticas.

Las investigaciones arqueológicas realizadas en la cueva remiten a una ocupación intensa a finales del Paleolítico superior, en el periodo magdaleniense, y han permitido la documentación de una importante colección de piezas de arte mobiliar, que se muestra en el Museo Arqueológico de Asturias.

El camarín de las vulvas en Tito Bustillo.

El camarín de las vulvas en Tito Bustillo. / LNE

A lo largo de toda la cueva se conservan evidencias de arte premagdaleniense, en conjuntos como el Camarín de las Vulvas, el Panel de la Mano o la Galería de los Antropomorfos, siendo explorada y decorada incluso en sus zonas más profundas desde los momentos iniciales del Paleolítico superior.

Patrimonio Mundial de la UNESCO

Tito Bustillo fue incluida en la lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO en el año 2008, formando parte de la declaración Cueva de Altamira y Arte Rupestre Paleolítico de la Región Cantábrica.

Visitantes a la entrada de la Cueva de Tito Bustillo

Visitantes a la entrada de la Cueva de Tito Bustillo / J. Quince

De las zonas decoradas tan solo es visitable el Panel Principal, conjunto que presenta una compleja secuencia diacrónica de grabados y pinturas, en la que se identifican dos fases: una antigua, premagdaleniense, caracterizada por signos en rojo y negro de tipología variada y una escasa figuración animal; y otra más moderna, magdaleniense, que comprende pinturas de animales (bovinos, caballos, renos) y grabados de signos y animales (ciervos y cabras) en los que se reconocen técnicas de trazo simple, trazo múltiple, estriado y raspado.

Caballo de la sala del Panel Principal.

Caballo de la sala del Panel Principal de Tito Bustillo. / LNE

Lo más representativo del conjunto son grandes figuras de caballos y renos pintados, en los que se emplean distintos tonos de color rojo, negro y violeta, combinados con grabados y raspados del contorno. Se trata de uno de los conjuntos cantábricos con mayor complejidad y variedad de recursos técnicos y es uno de los pocos paneles polícromos visitables del arte rupestre europeo.

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