Literatura en escena: Lorca y Casona cobran vida en La Benéfica

Los alumnos de 3º de ESO del IES de Infiesto convierten la clase de Lengua en una compañía teatral con la representación de los clásicos "La dama del alba" y "Bodas de sangre" sobre las tablas del emblemático teatro piloñés

Los alumnos de 3º de la ESO del IES de Infiesto antes de interpretar "Bodas de sangre"

Los alumnos de 3º de la ESO del IES de Infiesto antes de interpretar "Bodas de sangre" / R. J. Q.

J. Quince

Infiesto (Piloña)

Aprender literatura poniéndose en la piel, de sus personajes. Eso es lo que han hecho los alumnos de 3º de ESO del IES de Infiesto, que han transformado dos clásicos del teatro español en una experiencia escénica en primera persona. Con esfuerzo, creatividad y muchas horas de ensayo, interpretaron el pasado jueves La dama del alba, de Alejandro Casona, y este miércoles una versión adaptada de Bodas de sangre, de Federico García Lorca, en el teatro de La Benéfica de Piloña ante sus vecinos familiares.

El proyecto, impulsado desde la asignatura de Lengua Castellana y Literatura, ha convertido el aula en un taller teatral en el que cada estudiante ha tenido un papel fundamental, dentro o fuera del escenario: "Empezábamos dedicando una hora a la semana en clase y la dividimos como si fuese una compañía de teatro. Unos voluntariamente se apuntaron a actuar y quienes no querían se repartieron otras tareas como el vestuario, la escenografía, la producción, las luces...", explica Patricia Martínez Cueto, profesora responsable de la iniciativa.

Aficionada al teatro, Martínez ha encontrado en esta forma de enseñar una vía especialmente eficaz para implicar al alumnado: "Estoy encontrando en el teatro una motivación que no veo en ninguna otra área de la materia. Nos lo hemos pasado muy bien en el proceso y deseábamos que llegar el día de la semana en que tocaba ensayo", asegura.

Aunque el curso pasado ya realizaron pequeñas representaciones en el centro y en la Casa de Cultura, este año el reto fue mayor. Las obras seleccionadas exigían más tiempo, más interpretación y mayor coordinación. Cerca de una hora en escena, múltiples cambios de decorado y un tipo de texto, sobre todo en el caso de Lorca, que requiere de buena entonación, compresión y sensibilidad poética. La música en directo, con Lara Fernández a la flauta travesera, fue otro de los elementos que enriquecieron las funciones.

Desde diciembre, los ensayos se fueron intensificando hasta llegar al esperado estreno. La oportunidad de representar ambas obras en el histórico teatro de La Benéfica, gracias a la colaboración de la asociación que gestiona este espacio cultural, fue clave para llevar el proyecto y abrirlo más a la comunidad.

Lucía Pruneda Arena, que interpretó a la Luna en Bodas de sangre, reconoce que lo aprendido va más allá de la literatura: "Fue muy interesante porque, en vez de mirar por encima la teoría, aprendimos a fondo cómo era de verdad: el papel, actuar, las características de cada actor...". Su rol, menos central en la trama, le permitió observar el proceso desde fuera y valorar el esfuerzo del grupo: "Parecía complicado al principio. Los textos son largos, con muchos poemas llenos de metáforas que hay que entonar y hacer comprensibles en el contexto. Pero todos trabajamos mucho y los compañeros que no actuaban nos ayudaron mucho con decorado, sonidos y todo lo demás".

Representación de "La dama del alba" por parte de los alumnos de 3º de la ESO del IES de Infiesto

Representación de "La dama del alba" por parte de los alumnos de 3º de la ESO del IES de Infiesto / R. J. Q.

Soraya Ordiales Rodríguez, que dio vida a la Novia, destaca lo exigente que puede ser enfrentarse a un texto poético como el de Lorca: "Fue difícil aprenderse los poemas porque no sigues una conversación con nadie, muchas veces no te acuerdas y, aunque te los sepas, no sabes en qué parte decirlos", señaló, pero también remarcó el valor del trabajo continuado y la implicación de los actores, "con la práctica se aprende más. Ensayamos mucho y ahora ya nos sale bien".

Para su profesora, una de las virtudes del teatro es su capacidad para integrar al grupo y dar espacio a todos, incluso a quienes habitualmente se muestran más tímidos o inseguros: "Es una actividad muy integradora. Alumnos que igual no se sienten tan talentosos para actuar o son más tímidos, acaban encontrando su hueco. Todos toman parte, de forma autónoma y colaborativa".

Porque, más allá de los focos, todo el grupo se volcó con la actividad: La escenografía, el vestuario, la música, la coordinación técnica y los movimientos entre escenas fueron diseñados y ejecutados por los propios estudiantes: "La verdad es que son dos grupos con muchas posibilidades, gente muy dinámica, con inquietudes y muchas ganas", asegura Patricia Martínez.

Y sí, también hubo nervios previos de salir al escenario: "Algo de nervios siempre hay porque actuamos delante de mucha gente, pero tenemos ganas", reconocía Soraya antes del estreno de la segunda obra.

La experiencia resultó tan positiva que no son pocos los que lo plantean como "una puerta abierta" a una posible vocación en el mundo de la actuación, la producción o la gestión cultural: "Fue muy divertido porque nos reímos mucho durante los ensayos. Recomendaría vivir esta experiencia al menos una vez", añadió Lucía.

Porque no hay mejor forma que descubrir a Lorca o a Casona que metiéndose en la piel de sus personajes. Ni mejor manera de aprender literatura que vivirla desde dentro, además de leerla. Entrar en un aula y salir a escena para convertir las palabras en experiencia.

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