Saltar al contenido principalSaltar al pie de página

El pueblo asturiano con vistas a los Picos de Europa que vende el queso más guapo del mundo (envuelto en flores comestibles)

Esta aldea, ubicada a 425 metros de altitud, cuenta con dos miradores que ofrecen una de las panorámicas más bellas del Principado, y tiene un restaurante cuya carta está cien por cien libre de gluten

A la izquierda, el queso El Gigante, a la derecha, vistas del Urriellu desde Asiegu

A la izquierda, el queso El Gigante, a la derecha, vistas del Urriellu desde Asiegu / @mariaariasfotografia/ LNE

Mónica G. Salas

Mónica G. Salas

A diez minutos de Arenas de Cabrales, cuna del famoso queso cabrales, está Asiegu. Se trata de un pequeño pueblo asturiano, de unos 60 habitantes, ubicado a 425 metros de altitud, que supone uno de los mejores balcones a los Picos de Europa y al imponente Urriellu (también llamado Naranjo de Bulnes). En esta bella aldea, que fue visitada en 2019 hasta por los Reyes de España y la heredera de la Corona, la princesa Leonor, se elabora el queso más guapo del mundo.

Una pieza curada de tamaño XL, llamada "El Gigante", hecha con leche de vaca cruda. Además de su magnitud (pesa entre 7 y 8 kilos), lo que hace único este queso es su cobertura. Está envuelto de flores de diferentes colores y comestibles que hacen que el queso entre directamente por los ojos.

Vista del pueblo de Asiegu

Vista del pueblo de Asiegu / Irma Collín

El primer cabrales ecológico

Detrás de esta preciosa (y rica) creación están Rocío Bueno y Pablo Ruiz, de la quesería Asiegu, que ya sorprendieron en el año 2020 con el lanzamiento del primer cabrales ecológico, con doble sello: el de la denominación de origen y el del consejo de producción ecológica (Copae). En 2022, la pareja de elaboradores volvió a innovar, lanzando un revolucionario queso curado en cueva que homenajea al enorme guerrero de la Edad del Bronce enterrado en Tárano, un sitio espectacular.

Las huellas de la vecina de Asiego, inmortalizadas “sin pretenderlo” en el camino por el que solía pasar. | Ana Paz Paredes.

Las huellas de la vecina de Asiego, inmortalizadas “sin pretenderlo” en el camino por el que solía pasar. | Ana Paz Paredes. / Ana Paz Paredes

La historia de El Gigante

“Aunque el cabrales tiene un proceso característico y está lleno de los matices que le aporta la cueva, hay gente a la que le parece muy fuerte. Y por eso, después de darle vueltas, nos planteamos producir un queso más suave al consumo”, explica Pablo Ruiz a LA NUEVA ESPAÑA en 2022. Esta pieza, como cuentan sus elaboradores, ya tiene una corteza "preciosa", que "parece una piedra", de todos los colores que coge durante su maduración en la cueva. Pero para hacerla aún más guapa, sacaron una edición especial con una cobertura de flores ecológicas comestibles.

Pablo Ruiz y Rocío Bueno, con dos piezas de El Gigante de Asiegu

Pablo Ruiz y Rocío Bueno, con dos piezas de El Gigante de Asiegu / Javier Niembro

Una aldea con niños

Aunque su quesería está alejada del centro de Asturias, son muchos los que visitan Asiegu éxpresamente para llevarse un queso. Asiegu, no obstante, tiene otros encantos y es un ejemplo de lucha contra el invierno demográfico. Como dato, los niños ya superan el 16 por ciento de la población.

Asiegu presume de tener las mejores vistas de los Picos de Europa. Con un mirador inaugurado en 2007 en honor del gran escalador y montañero vasco Pedro Udaondo, este pueblo del oriente asturiano estrenó otro, más próximo a las casas, coincidiendo con la visita real de 2019 para la entrega del premio "Pueblo ejemplar" de Asturias. Este mirador incluye una original barandilla con 21 siluetas de vacas, obra de José Sahagún.

Majada de Tebrandi

Uno de los lugares más bonitos de Asiegu es la majada de Tebrandi, a donde pastores y ganaderos han subido desde tiempos inmemoriales su ganado durante la primera y el verano. Es un lugar que parece dibujado por los dioeses y desde donde el Urriellu se ve aún más cerca.

Vistas desde la majada

Vistas desde la majada / Turismo de Asturias

Asiegu dispone, asimismo, de una iglesia, la de San Miguel, que encierra un valioso tesoro en su interior y son sus pinturas murales, datadas a finales del siglo XVI y principios del siglo XVII.

Para comer, Casa Niembro

En Asiegu también hay un buen plan para comer. En Casa Niembro, un restaurante tradicional, especializado en tapas, quesos asturianos, jabalí con castañas, cordero xaldu y callos. Su carta está, además, cien por cien libre de gluten. Las opiniones de los comensales en Tripadvisor son realmente buenas y se lleva una puntuación de 4,7 sobre 5.

Tracking Pixel Contents