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La subasta de los mejores quesos de Gamonéu alcanza los 19.000 euros: "Se vendió en piezas grandes"

Vega Ceñal y Enrique Remís ganan el certamen nRodrigo Cuevas, pregonero, recuerda su etapa de pastor como la "más guapa" de su vida

Luján Palacios

Luján Palacios

Benia de Onís

El quesu Gamonéu es un tesoro gastronómico que se mima en Benia de Onís, se saborea y se disfruta de muchas formas. Este domingo, además, se cantó y casi se bailó de la mano de Rodrigo Cuevas, pregonero de la XLV edición de un festival que resultó multitudinario.

Por la izquierda, Vanessa Álvarez, de Caja Rural; Rubén Remís y Pilar Amieva, de la quesería Enrique Remís, y el consejero de Medio Rural, Marcelino Marcos Líndez, con la mascota del festival quesero.

Por la izquierda, Vanessa Álvarez, de Caja Rural; Rubén Remís y Pilar Amieva, de la quesería Enrique Remís, y el consejero de Medio Rural, Marcelino Marcos Líndez, con la mascota del festival quesero.

Miles de personas se dieron cita en la capital del concejo para prácticamente arrasar con los cientos de quilos a la venta. En la quesería Uberdón, por ejemplo, ya habían despachado 80 kilos de gamonéu del puertu a eso de mediodía. "Ganamos el año pasado y eso también ayuda, la gente está muy animada y hay quien viene siempre", señalaba Cristina Fernández, encantada además porque "se vendió en piezas grandes de unos 20 euros, si hubiéramos traído más, más hubiéramos vendido", a un precio de 53 euros el kilo.

Rodrigo Cuevas, con un vaso de sidra, durante el pregón.

Rodrigo Cuevas, con un vaso de sidra, durante el pregón.

En la quesería De La Torre también vendieron a buen ritmo de la variedad de gamonéu (el que antes se denominaba del valle), a 38 euros el kilo. A pesar del calor del verano, "el queso ha salido bueno", indicaba Belén González, con 60 kilos a la venta del que, para María Cabal, de Llanes "es el mejor queso del mundo".

Los responsables de Vega de Ario no dejaron de despachar durante la jornada, "muy animada desde mediodía", apuntaba Ángel Sánchez, cortando pequeños trozos para dar a probes al público.

El jurado no lo tuvo fácil a la hora de decidir los premios: en el caso del gamonéu normal, el primer premio fue para Vega Ceñal, el segundo para El Recuestu y el tercero, para Priena. En la variedad del puertu el mejor fue el de Enrique Remis, seguido de Uberdón y Gumartini.

Además fueron premiados con el Gamonéu de Oro los pastores de Picos José Ramón Suero y Ramón Arobes, el restaurante El Molín de la Pedrera de Cangas de Onís y Máximo González, quien fuera gerente de la Asociación para el Desarrollo Rural del Oriente. Hubo discursos de petición de "cambio de rumbo" en las políticas de desarrollo rural, recordatorios de que el lobo "sigue estando ahí " y "si prende fuego en Camarmeña llega hasta León por la mala gestión forestal".

La subasta de los quesos ganadores alcanzó la friolera de 19.000 euros, pagados por el restaurante Casa Morán de Benia, y el dinero se destinará a la asociación por la integración "Emburria" de Cangas de Onís.

Benia de Onís celebra la 45 edición del Festival del Queso de Gamoneu con pregón de Rodrigo Cuevas

Luján Palacios

Pero si hubo un protagonista, con permiso del queso, fue Rodrigo Cuevas, "feliz" de pregonar una fiesta que "llevaba mucho detrás de mí y hasta ahora no había podido venir por la agenda, ese mal de nuestro tiempo".

El artista dio un buen mordisco a un trozo de gamonéu y escanció un culete de sidra, sabroso como "si hubiera venido un angelín a verme", antes de arrancarse a relatar su infancia de veraneos en casa de la güela en Rodiezmo, por donde pasaba un mar de ovejas en trashumancia haciendo sonar los lloqueros. Fue esa avalancha animal la que despertó en el Rodrigo Cuevas infantil el deseo de ser pastor, que no pudo ser hasta que acabó la carrera y se hizo con "unas 20 ovejas y alguna cabra".

Y fue "la etapa más guapa de mi vida, sin agenda y con tiempu pa aprender de vecinos pastores como Canor, Portela, Silverio, Dorita o María la Parra". Merecedores todos ellos "del homenaje de todos nosotros: los que esquilan y cardan la lana, los que afinen los lloqueros y hacen un quesu que nos hace ricos a todos". Y con el "Romance del pastor", Benia se entregó una vez más a su mayor orgullo: la tradición hecha manjar que conquista cualquier paladar.

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