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Pesar en los Picos de Europa por la pérdida de uno de los más ilustres elaboradores de queso de Gamonéu

Paulino Alonso falleció a los 89 años de edad y será enterrado este miércoles

Paulino Alonso en una imagen de archivo.

Paulino Alonso en una imagen de archivo. / J. M. Carbajal

J. M. Carbajal

J. M. Carbajal

Cangas de Onís

Fue uno de los grandes artesanos-elaboradores del afamado queso gamonéu del Puertu, santo y seña de ese exquisito manjar de los Picos de Europa. Paulino Alonso Alonso falleció este lunes, a los 89 años, en el Hospital del Oriente "Francisco Grande Covián". Su funeral tendrá lugar mañana, miércoles, a las 11.00 horas, en la iglesia parroquial de Gamonéu de Cangas. Era el abuelo paterno de José Luis Alonso, de la Quesería Uberdón, ganador del Premio Nacional de Gastronomía Talento Joven Alimentos de España 2023.

En la década de los sesenta del siglo pasado, Paulino Alonso comenzaba a participar en el Concurso de quesos de Cangas de Onís, fundado en 1940 por Antón Capitel –alcalde local en aquel periodo franquista, hasta 1943–, en colaboración con un grupo de expertos en la materia. Camino de las bodas de platino del certamen, que se celebrarán en 2015, el experto elaborador de gamonéu: "Se vendía a 40 pesetas el kilo de gamonéu de Cangas y se celebraba detrás de la iglesia de Cangas de Arriba –ahora Aula del Reino de Asturias–. A los de gamonéu de Onís se les invitó a concursar años más tarde", recordaba hace unos años en LA NUEVA ESPAÑA.

Cambio de un Gamonéu a otro

Paulino Alonso cambió su pueblo de Gamonéu de Onís por el vecino Gamonéu de Cangas al casarse con América Marina Suero Suero, pasando a vivir en el barrio de Solaedu. Habían contraído matrimonio en la iglesia de La Magdalena, localizada en el mismo Gamonéu de Cangas. El único periodo que Paulino se pasó lejos de su pueblo fue cuando le llamaron a filas, en 1957. Estuvo haciendo la instrucción en El Ferral, después le enviaron al cuartel de León y, finalmente, acabaría licenciándose en 1959, en el cuartel de El Milán, en Oviedo. De vuelta al pueblo retomó su actividad ganadera y pastoril en los Picos de Europa.

Los meses de junio, julio y agosto siempre estaban destinados a la elaboración del exquisito gamonéu del puerto, en la zona de Toyellu, a unos 1.500 metros de altitud. "La gente exige calidad y hay que esmerarse en hacerlo bien. Yo trabajé artesano nada más, el que se hace en el puerto; hoy en día, con las queserías, se hace con mucha más facilidad", comenta Paulino, quien a lo largo de su vida profesional se llevó infinidad de premios en los concursos queseros de Cangas y también en los de Onís. "El gamonéu tiene buen precio. En el último concurso en el que participé vendía el kilo a 5.000 pesetas, a mil duros, que era muy buen dinero de aquella", señalaba hace una década.

Presencia de lobos en el parque nacional

Vivió como nadie la preocupación del gremio ganadero en el área de influencia de los Picos de Europa. "Hará más de 20 años que se empezó a notar la presencia de lobos en la vertiente asturiana del parque nacional. Nadie calculaba los lobos que había, creíamos que sería una cosa pasajera, pero ahí siguen todavía", insistía Paulino Alonso. Cierto es que cobró numerosas indemnizaciones por los daños ocasionados por los lobos a su cabaña ganadera, "pero también quedaron sin pagarme otras muchas", matizaba, al mismo tiempo que sentenciaba: "La vida del pastor, si estás en lo que te gusta, no es dura"

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