Afirman las lumbreras que cuando los turistas ven "Ribeseya" se confunden y pasan de largo. Será que tenemos los únicos visitantes del mundo que no organizan sus viajes, no consultan en internet, no saben a dónde van. Son turistas que no visitan Gijón porque los despista Xixón. Han dejado de comprar turrón de Jijona porque los desconcierta Xixona. No saben dónde queda Ourense, Donostia, Lleida, ni por supuesto Castrillo Mota de Judíos, desde que dejó de llamarse Matajudíos. Nunca salen al extranjero porque no entienden qué significa London, Bayonne, Bruxelles, München, Milano, Porto... Y jamás paran en un pueblo de Navarra que se llama Adiós, porque creen que los están echando. Así que siempre acaban yendo a los mismos sitios, los inmutables: Manganeses de la Polvorosa, Villanueva del Trabuco, Calzadilla de los Hermanillos, Granucillo de Vidriales... ¡Lo ridículos que pueden llegar a ser algunos asturianos!
