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Andrés Martínez Vega

Relatos sobre vitela

Andrés Martínez Vega

Los proyectos fracasados del oriente asturiano

La carretera para unir el puerto de Ribadesella con la Meseta atravesando los puertos de Arcenoriu y Ventaniella

La vertebración viaria de la región se plantea con intensidad en Asturias, en la segunda mitad del siglo XVIII, de la mano de la Junta General. Era el momento de romper la proverbial incomunicación del Principado con las tierras sureñas de la Meseta; y en este propósito se apuesta por el viejo camino que unía el eje comercial de Avilés y Gijón con Oviedo y el Reino de León, el de Pajares, en esta época constituido como senda por la que trajinaban arrieros con sus recuas de mulas.

La Junta siempre consideró este proyecto de Pajares, diseñado por Marcos de Vierna, el mejor para los intereses económicos y políticos de la provincia; sin embargo, durante su tramitación y puesta en marcha se le presentan otros proyectos alternativos, entre ellos, el camino a Castilla por los puertos de Arcenoriu y Ventaniella, que son objeto de una gran atención.

La necesidad de articular con una carretera la parte oriental del Principado con Castilla aparece justo cuando están detenidas las obras del camino de Pajares. Así es cuando se aprovecha a presentar a los diputados un proyecto diseñado por Fray Guillermo de Cossío, en 1782, que trataba de unir mediante carretera el puerto de Ribadesella con Sahagún y Campos, atravesando los puertos de Arcenoriu y Ventaniella. A pesar de contar con la aprobación de la Diputación, tiene en su contra la decidida oposición de Jovellanos, que considera un proyecto muy peligroso para el futuro de Gijón, su villa natal, al poner en competencia su puerto con el de Ribadesella. Todo hace pensar que esta oposición del prócer gijonés fue decisiva y que su halo de influencias juega en papel fundamental en la relegación del proyecto. El proyecto se realizará como un simple «camino carretil» a costa de los sobrantes de propios de los concejos afectados, pero sin adecuada dirección y con escasos fondos. La Junta, acaso por el influjo de Jovellanos, le niega cualquier tipo de subvención, que no sea de los vecinos.

Ciertamente, el futuro del Oriente hubiera sido otro si la obra se hubiera llevado a cabo, al igual que el del puerto de Ribadesella para el que unos años antes don Antonio de Antayo, marqués de Vista Alegre había solicitado, al igual que para el resto de los puertos asturianos, «concesión de libre comercio desde los puertos de Asturias, en derechura a las Indias». En opinión del citado marqués, este comercio agilizaría el comercio de intercambio de productos coloniales por los muchos y abundantes que tiene esta tierra; además, justifica el noble piloñes, si se promociona la obra de la carretera a Castilla por el oriente, el puerto de Ribadesella podría canalizar todo el comercio de lana castellana.

Este memorial de Vista Alegre tiene un informe previo muy favorable del marqués de Ferreras, comisionado por la Junta para estudiar el tema. Con este aval los procuradores no dudan en apoyar el texto de la representación solicitando la apertura de los puertos asturianos al comercio con América, pero ahí queda todo; se presume que en las altas esferas del poder alguna maniobra diplomática dejó en el olvido, de nuevo, otro proyecto que hubiera sido determinante para el oriente asturiano.

La misma suerte ha corrido esta comarca oriental con la proyectada Fábrica Nacional de Hoja de Lata. Encargado su proyecto y dirección por la Corte al presbítero, químico y geólogo, don José Vicente Pereda, pronto se traslada al Principado y decide su ubicación en Fontameña, concejo de Parres, a orillas del Sella, al ver las posibilidades de exportar los efectos manufacturados por el puerto de Ribadesella. La construcción del edifico de la fábrica se inicia en el otoño de 1804, pero la invasión francesa de los años 1809 y 1810 motiva el abandono del taller por las operarios y el saqueo de las instalaciones por las tropas francesas. En años sucesivos se intenta reiniciar el proyecto pero la Junta se pronuncia abiertamente en contra por lo que fracasa otro proyecto de la comarca que potenciaría una industria de base e implantación regional.

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