Sobradamente conocidas son las múltiples rutas transmontanas asturleonesas que acceden al actualmente conocido como Camín de los Santuarios, ese eje longitudinal que recorriendo el centro de la región acerca las tierras más orientales a Oviedo. Pretendemos, por tanto, citar aquí aquellas que consideramos más frecuentadas por el mero hecho de disponer de algún tipo de establecimiento hospitalario que diera cobijo a los transeúntes. Por lo general, todas son rutas milenarias, caminos prehistóricos y prerromanos cuanto viejas calzadas de traza romana al que bastantes historiadores las quieren adscribir.
Lo cierto es que ya son utilizadas en tiempos medievales generando una auténtica red de comunicación con Castilla, a través de la cual se intercambiaban prácticas comerciales, corrientes culturales y espirituales estrechamente vinculadas al mundo jacobeo.
Siguiendo la dirección E-W., el primer paso montañoso que encontramos es el del puerto del Pontón, que cuenta con una alberguería para peregrinos y transeúntes a la que Alfonso VII en 1129 favorece al conceder a sus titulares un privilegio que los exime del pago de ciertos tributos. Los sucesivos descendientes de aquel monarca siguieron ratificando ese privilegio e, incluso, en 1293 Sancho IV autoriza la ampliación de la alberguería. lo que nos permite afirmar la gran afluencia de caminantes que la utilizaban.
Bien cercano a aquel paraje y en el ámbito municipal de Amieva se abría otra vía a través del puerto de Beza en donde se encontraba la alberguería de Nuestra Señora de Sango o de Sabugo, fundada por los vecinos y el cura párroco de Amieva "para albergar y dar auxilio a transeúntes". El complejo hospitalario constaba de la casa alberguería propiamente dicha y de la ermita.
En el inmediato concejo de Ponga localizamos otras dos vías hacia la vertiente asturiana con sendas alberguerías, la de Arcenoriu en el puerto del mismo nombre y ámbito parroquial de Viego, y la de Nuestra Señora de Ventaniella, en ese mismo puerto. En esa línea de pasos transmontanos se encuentra también la aldea de Tarna (Caso) en el acceso por la vertiente asturiana al puerto del mismo nombre, donde Alfonso VII promueve la fundación de un hospital en el año 1142. Este camino atravesaba el concejo de Caso y se adentraba en tierras de Piloña a través de la sierra de Sellón, dejando a su paso el establecimiento de una nueva alberguería, la de Frieru, fundada por los vecinos del concejo de Caso en "tiempo inmemorial".
Si bien este camino al llegar a la villa de Infiesto se dirigía por el camino principal hacia Oviedo, también tenía un destino hacia el espacio costero, hacia Villaviciosa, de ahí que fuera seguido en este último tramo por numerosos gremios ganaderos que practicaban las viejas costumbres de la transhumancia. También se constituía este itinerario en paso principal de dos monasterios levantados a ambos lados de la cordillera, el cisterciense asturiano de Valdediós. con numerosas propiedades al otro lado de la cordillera, y el de San Pedro de Eslonza en tierras leonesas, y numerosos bienes en Asturias entre los que destacaría el coto de Santianes (Piloña). La administración del patrimonio de ambos era facilitada, ciertamente, por el trazado de esta vía.
Así pues, todo nos indica que el Camín de los Santuarios es un itinerario que al margen de su importancia, al constituirse en el trazado articulador del oriente asturiano, plataforma y eje que une la Asturias central con las Asturias de Santillana, incrementa su relevancia histórica por las numerosas vías de carácter secundario que acceden al mismo y le convierten en correa transmisora de significativos movimientos de todo tipo que, evidentemente, repercutieron en la región.
