Relatos sobre vitela

La residencia de mayores de Infiesto

Los 30 años de uno de los primeros equipamientos de atención a la tercera edad del Principado

Andrés Martínez Vega

Andrés Martínez Vega

En este presente año la Residencia de la Tercera Edad de Infiesto está de aniversario, al cumplirse treinta años desde aquel mes de mayo de 1993, cuando, con la asistencia del que fuera Presidente del Principado, don Juan Luis Rodríguez-Vigil, tuviera lugar el acto de inauguración.

La infraestructura, de las pocas que por aquella época existían en el Principado, llenaba las expectativas de una Corporación municipal, presidida por el alcalde Juan Priede, y de todo un municipio que ya daba síntomas alarmantes del envejecimiento de su población. Buen conocedor de esta realidad era Rodríguez-Vigil, tanto por los cargos que había mantenido en el Gobierno del Principado, entre los que destaca el de consejero de Sanidad, como por el interés y preocupación que siempre sintió por el medio rural asturiano y la precariedad de sus deficientes servicios.

El proyecto de esta Residencia se llevó a cabo recuperando el viejo y ruinoso edificio de las conocidas escuelas graduadas de la Villa, un grupo escolar construido en 1908 bajo el proyecto del arquitecto Juan Álvarez de Mendoza, que ahora se verá remodelado al colocar sobre su primitiva fachada modernista un frontis acristalado que encubre el crecimiento en altura de las distintas plantas que configuran el inmueble.

Ciertamente, el edificio ofrecía unas instalaciones –área de servicios generales, salones de convivencia, área de atención especializada…– muy confortables, a pesar de lo cual se fueron transformando en el transcurso de los años para ir adaptándolas a nuevas necesidades, como pudo ser el aumento de residentes. No obstante, y al margen de todos estos aspectos, cabe reseñar como valor indiscutible de este Hogar de Mayores al colectivo de técnicos, profesionales y trabajadores, que constituyen con su director, Javier Llaneza, un equipo plenamente volcado en ofrecer una atención sociosanitaria personalizada, procurando el bienestar de los residentes con el cuidado físico y mental, así como previniéndoles de riesgos para la salud.

La inserción, por otra parte, de este grupo de residentes en la población de la villa es una realidad cotidiana; su habitual presencia en el quehacer del trasiego diario, con sus salidas y paseos por los parques, calles y establecimientos comerciales, genera una convivencia de vecindad realmente extraordinaria; plasmada y correspondida en la significativa participación de voluntarios en las actividades y talleres organizados en el centro, en donde realmente se estrechan las relaciones con tan venerable grupo de mayores. Viene a mi memoria el recuerdo de Francisco López y del inolvidable Manolo Marina. Ellos, como muchos otros, contribuyeron a mantener las capacidades cognitivas de estos mayores, ocuparon su tiempo libre en las largas y monótonas tardes de invierno; cubrieron, en definitiva, espacios de tiempo a base de afecto, entrega y generosidad.

No menos implicados en colaborar con la actividad diaria de este grupo de mayores están los jóvenes estudiantes de los centros escolares de la villa. Su presencia es habitual con actuaciones musicales, representaciones teatrales o veladas poéticas en ciertas fechas, como las Navidades o los Carnavales. También diversas organizaciones musicales comparten sus notas de color en algunas celebraciones; es decir, el colectivo de abuelos/as que habitan esta Residencia de Infiesto es considerado como un bien muy preciado por todo el vecindario. Así se puso de manifiesto cuando el azote de la pandemia los retiró de nuestras calles y de nuestras habituales tertulias. La preocupación era constante, pero ellos supieron superar, con la ayuda de los responsables de la entidad, una etapa muy difícil pero coronada con mucho éxito.

Las tímidas y primeras salidas al parque que se encuentra ante el inmueble fueron motivo de mucha alegría… La misma que ahora se mantiene para organizar el aniversario, la celebración de los 30 años de presencia en la Villa de Infiesto.

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