Un inesperado masón

Manuel Tuero Madiedo, gran maestro de una logia y antiguo falangista, estuvo muy vinculado a Llanes en los años 60

Higinio del Río

Higinio del Río

El abogado Manuel Antonio Tuero Madiedo (Villaviciosa, 1937) había sido una figura relevante en el paisaje cultural llanisco. En abril de 1970, junto a Manuel Maya, Elviro Martínez y José Luis Chiverto, integró el grupo de fundadores de la colección bibliográfica "Temas Llanes", que llegaría a alcanzar más de cien títulos.

Tuero, que en su juventud participó en la breve guerra de Sidi Ifni (1957) como cabo de una unidad paracaidista, sobresaldría en el sindicato vertical a la sombra de Falange Española. Pasó por varios destinos, dentro y fuera de su tierra. Fue delegado comarcal de Sindicatos en Tineo y secretario ejecutivo del Consejo Provincial de Trabajo en Asturias. De 1966 a 1969 le fue asignada la responsabilidad sindical comarcal en Llanes, y durante esa etapa promovió numerosos cursos formativos del PPO y se convirtió en estrecho colaborador de El Oriente de Asturias. Luego fue nombrado vicesecretario provincial de Ordenación Social en Huesca y casi un centenar de llaniscos le tributó en el restaurante Venecia un homenaje de despedida. "Deja entre nosotros un hueco difícil de llenar y una huella que perdurará en la memoria de todos"; "hemos despedido a un gran amigo, a un hombre que ha puesto en su tarea todo el entusiasmo de su corazón y el esfuerzo continuado y tenaz de su poderosa voluntad", le piropearía el semanario de la familia Maya en sendas notas de sociedad.

No haría carrera política después de aquello, aunque en 1980 figuró en las listas de Falange Española de las JONS para las elecciones al parlamento catalán. Cuatro años más tarde fue expulsado del partido junto a otros veintitrés consejeros nacionales de Falange.

Donde alcanzaría notoriedad incuestionable sería en el campo de la abogacía. En procesos judiciales de gran eco mediático este letrado con bufete en la capital de España desde 1981 defendió a narcos gallegos, como Marcial Dorado, Laureano Oubiña y los miembros del clan de los Charlines, y también a Mohamed Ghaleb Kalaje, acusado de pertenecer a la célula española de Al Qaeda. En diciembre de 2007 encabezó, sin éxito, una de las candidaturas a decano del Colegio de Abogados de Madrid.

Lo que aporta a su biografía la dimensión más llamativa, sin embargo, es su condición de masón, algo verdaderamente pintoresco e inesperado en el currículum de un ex falangista. En el libro "Masonería al descubierto", del periodista y profesor de la Universidad de Barcelona Pepe Rodríguez, se da amplia cuenta de sus pasos como Gran Maestro de la Gran Logia Federal de España. No le han faltado a Tuero momentos de gloria como miembro prominente de una sociedad secreta (o discreta, como prefiere decir él). Cuando en 2018 promovió en Madrid un encuentro para la fundación de una rimbombante Asociación Universal Masónica, el representante de una logia francesa le hizo entrega del título de Caballero Honoris Causa.

Siempre ha tenido buena pluma y recientemente hemos encontrado en la edición digital de la revista cultural andaluza La Garbía su artículo titulado "José María Torrijos: otro icono liberal". Dos libros suyos son fruto de la experiencia política y de sugestivas mudanzas ideológicas: "… Y traerán prendidas cinco rosas. Falange: la historia-la doctrina" (Barcelona, 1979) y "El ABC de la Francmasonería" (Madrid, 2000). De éste, que publicó con el seudónimo "Riego", conservo celosamente el ejemplar que me había regalado en 2005 su hija Olga.

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