Opinión

Tradición asociacionista del concejo de Parres

En los 150 capítulos que el cronista que suscribe publicó hace dos años en los que se recogen los hechos más sobresalientes ocurridos en el concejo de Parres desde el año 1835, hay un nexo común en la mayoría de los mismos, puesto que siempre aparece la tradición agrícola y ganadera de nuestro concejo como su santo y seña de identidad.

Los abnegados y laboriosos campesinos y ganaderos –sin horas libres las más de las veces– trabajaron duramente de sol a sol para intentar llevar una vida digna, muchas veces sin apenas poder cubrir sus más elementales necesidades de alimentación, sanidad, educación y otras.

Vieron que sólo la unidad hace la fuerza y comenzaron a formalizar la creación de sindicatos que pudieran serles útiles para la defensa de sus intereses.

Más de veinte agrupaciones de este tipo se pusieron en marcha desde el año 1907 hasta el año 1933 en los diversos pueblos del concejo.

Siete sindicatos agrícolas en localidades como Castiello, San Juan de Parres, Viabaño, Cayarga, Cofiño, Tresmonte y Sinariega; asociaciones de agricultores y de ganaderos en Fuentes, La Vega de los Caseros y de todo Parres en general; asociaciones recreativas, de artesanos y otras, así como una mutualidad escolar en Castiello de Parres, un círculo de artesanos, un comité de turismo, una asociación benéfica cultural, una asociación obrera de la construcción y otra de oficios varios y profesiones liberales conforman años de trabajo en comunidad que sirvieron de apoyo a multitud de vecinos, tanto en la villa de Arriondas como en los pueblos del concejo.

Los valores del cooperativismo se basaron siempre en la solidaridad, la igualdad, la responsabilidad de cada uno, la autoayuda y la equidad, siempre sostenidos por la puesta en práctica de los principios democráticos y los valores éticos de honestidad.

Las cooperativas brindaban desde su constitución principios de independencia y autonomía e intentaban trabajar por el desarrollo sostenible de sus miembros

Con estas raíces no es extraño que –a lo largo de las cinco décadas siguientes a los años 50 del siglo pasado– surgiesen numerosas cooperativas en Arriondas, unas de carpinteros, de panaderos, de taxistas, de limpieza, además de otras como fueron las cooperativas para la construcción de viviendas.

Aunque no sean propiamente cooperativas, las actuales asociaciones de comerciantes o de hosteleros –entre otros– intentan buscar soluciones comunes para resolver cualquier tipo de problemas que les sería más difícil resolver individualmente.

Son asociaciones de profesionales que ponen en práctica la conocida sentencia de que la unión hace la fuerza y –con ese lema por bandera– pretenden vertebrar ideas y soluciones en beneficio de todos, con el objetivo de aunar esfuerzos que generen ilusión en los vecinos y visitantes, además de hacer que sus sectores de trabajo sean más atrayentes y los ayuden a ser más fuertes en defensa de sus legítimos intereses.

Como resumen se puede asegurar que el concejo de Parres lleva más de un siglo siendo un modelo de cooperativismo y unidad en muchos de sus sectores, sean estos agrícolas, ganaderos, festivo-recreativos, comerciales, hosteleros, deportivos y varios más que acogen en sus sociedades y asociaciones a niños, jóvenes, adultos y a personas necesitadas de ayuda en su ancianidad.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents