Opinión | Relatos sobre Vitela

Defender lo obvio

El lobo, los parques de baterías, los planes mineros en Peñamayor y el ocaso del mundo rural

Este es el gran dilema al que nos enfrentamos en más de una ocasión los ciudadanos de una sociedad que evoluciona o, al menos lo parece, en contra de algunos de los derechos inherentes a nuestra condición de humanos. Desde luego no son tiempos para mantenerse indiferente ante las circunstancias que a diario parecen sobrevenirnos, a veces sin contar con ellas, en un claro intento de cercenar nuestras formas de vida

Con el ánimo de prevenir este tipo de comportamientos, siempre latentes en los modos y maneras de organizar nuestra convivencia, ya se le atribuye al dramaturgo y poeta alemán Bertolt Brechcht aquella conocida frase, "que tiempos son estos en los que tenemos que defender lo obvio", enarbolada por tantos y tantos movimientos ciudadanos de los últimos años.

La lectura de la prensa diaria nos informa y pone en guardia de todo lo que nos acecha en nuestro espacio inmediato que, por circunscribirlo a nuestra comarca oriental, podríamos considerarlo como una agresión a la vida tradicional de nuestros pueblos, en donde reside la gran mayoría de una población de carácter, preferentemente, rural.

Tras años de promesas y frases bien intencionadas, la realidad de los ganaderos de la zona en su lucha contra el lobo sigue siendo la misma; las cabañas ganaderas se resienten a diario del azote del temido cánido, que tradicionalmente coexistía en espacios controlados por los propios ganaderos, repletos de sabiduría, conocimientos y técnicas para que esa convivencia pudiera ser efectiva. Las consecuencias saltan a la vista, los ganaderos y pastores van cerrando sus explotaciones y, no muy a largo plazo, la industria de transformación que subsiste en el entorno, recuerdo a la quesera como identitaria de la comarca, también bajará sus niveles productivos o se verá obligada a cerrar sus puertas por falta de materia prima. A quien habría que pedir responsabilidades cuando este pronóstico se haga realidad , si es que desgraciadamente se cumple?

No me voy a entretener en detallar las consecuencias de la situación, tan sólo recordar que en espacios en los que se decía que no habitaba el lobo por la presencia del gamo, me refiero a la sierra del Sueve, se puede constatar su existencia y los colaterales daños que infringe a la población de caballos asturcones, protagonistas de una fiesta singular, declarada de Interés Turístico Regional, y considerada como una de las grandes convocatorias turísticas de la comarca oriental.

El medio rural, considerado elemento fundamental del conocido "paraíso natural", sufre actualmente otra agresión de repercusión imprevisible, al atender el Principado el interés de ciertas empresas para implantar en el territorio parques de baterías de litio. Los concejos de Cangas de Onís y Piloña, en nuestra comarca, se ven afectados por esta decisión, que genera una gran incertidumbre entre la población por los efectos nocivos que conlleva el proyecto.

Pero en el caso de Piloña la situación se agrava al conocer que una nueva empresa minera está autorizada a estudiar la viabilidad minera de terrenos en la sierra de Peñamayor, espacio montañoso compartido con Nava, Bimenes y Laviana. El movimiento vecinal no se hizo esperar para defender el medio natural y a la población asentada en el entorno. ¿Qué tiempos son estos?... Difícilmente se pueden entender, y máxime cuando llevamos años intentando poner en marcha un proyecto para fijar población en estas áreas, y pretendemos ofertar un turismo de naturaleza singular, que pueda consolidarse como importante fuente económica.

Contradicciones del sistema... Está claro, en estas circunstancias resulta obvio la necesidad de defender los derechos y modos de vida que tiene la población allí asentada. El consejo del dramaturgo y poeta alemán aún sigue vigente y en plena actualidad.

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