Opinión

Cangas de Onís, capital política de Asturias

La ciudad recibir esa distinción en la futura tramitación de la reforma del Estatuto Autonomía de Asturias

"Puente Romano".

"Puente Romano". / Pablo Baena Baena

Hace tiempo que surgen rumores sobre la posible reforma del Estatuto de Autonomía del Principado de Asturias. Sin lugar a dudas, una buena oportunidad para que, de llevarse a cabo la pertinente tramitación, se reconozca a Cangas de Onís como "capital política" de la comunidad autónoma, una idea que comenzó a fraguarse cuando corría el año 2008, siendo regidor cangués Alfredo García Álvarez (PSOE), la cual consistía en trasladar, mediante una moción conjunta de los partidos con representación municipal en el Consistorio de Cangas de Onís a los grupos parlamentarios de la Junta General del Principado de Asturias (JGPA).

El aquel momento, hace más de tres lustros, el entonces alcalde socialista defendía la propuesta de Cangas de Onís partiendo de la realidad y que no supondría trasladar prácticamente ninguna sede, tan solo reivindicar un papel institucional que Cangas de Onís debería haber tenido ya desde mucho tiempo.

Sin ir más lejos, como ejemplo de la situación actual, puso el hecho de que la Fundación Príncipe de Asturias esté ajena a Cangas de Onís y a un lugar como tan emblemático como es el real sitio de Covadonga. Aún más, García Álvarez siempre confió en que los asturianos respaldarían la idea de que Cangas de Onís fuese "su" capital.

Precisamente fue otro alcalde de Cangas de Onís, José González y Sánchez Tuñin, quien solicitó por medio del diputado a Cortes, Manuel de Argüelles, el título de Ciudad para la Villa y el tratamiento de Excelencia para su Ayuntamiento, acreditando el ilustre y antiguo abolengo de Cangas de Onís, lo que fue concedido mediante Real Decreto, Su Majestad el Rey Alfonso XIII, el 23 de junio de 1907.

"Y es que durante 57 años Cangas de Onís fue capital del Reino de Asturias y a Pelayo, fallecido en el 737 y enterrado en Santa Eulalia de Abamia, sucedió su hijo Favila (737-739), quien edificó una iglesia sobre las ruinas de otra anterior y de un dolmen prehistórico, dedicado al nombre de la Santa Cruz en honor, según la leyenda, a la cruz de madera de roble bajo la que lucharon contra los musulmanes" (Celso Diego Somoano, El solar de un viejo reino).

Entretanto, baste recordar que el 17 de octubre de 1992 recibió, en el salón de plenos del Ayuntamiento de Cangas de Onís, acto presidido precisamente por Alfredo García Álvarez, la medalla de plata y la bandera del Consejo de Europa, enseña que luce en el balcón de las Consistoriales canguesas, junto a las banderas de España, Asturias y Cangas de Onís. Ambas distinciones fueron como prueba "de reconocimiento y de aliento por su contribución a la construcción europea", según dijo el presidente de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, Miguel Ángel Martínez.

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