Marta PÉREZ

«Unidos todos por el amor a esta mágica ciudad, que es mujer, que es amante y que es madre, os invito a celebrar apasionadamente, pero con moderación, las fiestas de San Mateo de 2007». Como si de una mujer se tratase, y en clave de amor. Así se dirigió ayer Manolo Díaz a Oviedo. El pregonero de San Mateo 2007, ovetense y consejero mundial de la discográfica EMI, abrió con un discurso intimista el programa de las fiestas mateínas. Asomado al balcón del Consistorio, ante una plaza abarrotada y expectante, Díaz repasó con voz clara y serena sus recuerdos en la ciudad, a la que colmó de elogios en un pregón titulado «Oviedo, amor mío, esas cosas no se olvidan».

«Desde la lejanía, mi querida Oviedo, yo siempre te recuerdo intelectual y culta», dijo Díaz. En este sentido, destacó la importancia de la Universidad de Oviedo, «una de las primeras universidades de Europa, que va a cumplir 400 años». Para el pregonero, la institución es fundamental porque «el futuro ha llegado, y Asturias y toda España van a depender de la educación de sus nuevas generaciones». Siguiendo con sus halagos a la ciudad culta, Manolo Díaz mencionó las esculturas de calle, en las que hay que hacer cola, dijo, para sacarse una fotografía: «Y es que tú, Oviedo, has conseguido que el gusto por la escultura pase de ser elitista a ser popular».

El pregonero también resaltó el modelo de limpieza ovetense: «Estás mas guapa que nunca, porque tus calles están mas limpias que muchos de los salones de las casas de los amigos bohemios».

De todas las reflexiones con las que ensalzó Manolo Díaz a su ciudad natal, subrayó una de ellas, que, tal y como reconoció, no es de producción propia, sino del alcalde, Gabino de Lorenzo. «Y es que, Oviedo, amor mío, como brillantemente subrayó hace unos días tu alcalde: si las ciudades tuviesen alma, la tuya sería musical».

El regidor ovetense no pudo, sin embargo, escuchar este apunte, puesto que no asistió al pregón, al encontrarse «de viaje», según señalaron fuentes del Ayuntamiento. En su lugar ejerció de anfitrión el concejal de Festejos, José Suárez Arias-Cachero, quien, mitad en castellano, mitad en asturiano, remató su discurso con un «que vos preste».

Antes del pregón, Suárez se encargó de imponer las bandas a las reinas y damas de las fiestas. La reina de Asturias es Cristina Escudero, y sus damas, Lara Rodríguez y Verónica Caracuel. De América llegaron ayer mismo las hermanas María Elisa Trespalacios -reina- y María Pilar Trespalacios -dama-, junto con su prima María Elisa Ostalé, la otra dama. Las tres vienen de Valparaíso, en Chile.

Para terminar, la montañera Rosa Fernández lanzó el chupinazo que anunció a la ciudad que San Mateo ya está aquí. «Me hace mucha ilusión, como a cualquier ovetense», destacó.