L. S. NAVEROS

El arquitecto gallego César Portela (Premio Nacional de Arquitectura 1999) ha sido el encargado de diseñar la propuesta de Hidrocantábrico para la Fábrica de Gas, el conjunto industrial ya sin uso ubicado entre Postigo y la calle Paraíso, que se considera una de las piezas de arqueología industrial más importantes del concejo de Oviedo.

Portela apuesta por conservar y restaurar los principales edificios y vestigios industriales del conjunto: el gasómetro, que da su peculiar perfil a la entrada de la ciudad por la Ronda Sur y Postigo, y que se restauraría para albergar un equipamiento público (un museo del gas, propone el arquitecto); la chimenea, esbelta y construida en ladrillo; el depósito elevado, sobre un fuste también de ladrillo; un conjunto de hornos y escaleras, «que constituyen un bloque de gran interés industrial y etnográfico», y la marquesina, «una pieza estructural muy singular, con una ligera losa nervada de hormigón armado», que se propone aprovechar con la edificación de un volumen que podría albergar un restaurante con salida a este elemento.

En cuanto a las edificaciones, Portela propone restaurar y reutilizar las dos principales: el edificio de la casa del director, que da fachada a la calle Paraíso y que podría rehabilitarse para viviendas, y la actual construcción perpendicular a esta calle, que se propone rehabilitar para equipamiento público, por ejemplo, archivo municipal. En la confluencia de ambos se mantendrá la característica portada que da acceso al conjunto, que también tendrá entrada desde Postigo. La actuación propone la construcción de cinco edificios, de entre dos y cuatro alturas, para viviendas y usos comerciales, además de aparcamientos subterráneos.

Una de las propuestas más llamativas, que se apunta en el plan pero que no aparece en las recreaciones virtuales, sería la construcción de una pasarela elevada para conectar el recinto con el casco histórico, «partiendo del edificio próximo a la puerta principal, y que con acceso público independiente ganara cota y sin tocar la muralla conectara con la calle San Benito».