Costillas de acero blanco, protagonismo estético de las estructuras y formas curvadas, que asemejan cascos, o pájaros. El arquitecto Santiago Calatrava ha optado por su sello personal para diseñar el intercambiador de la Zona Cero de Nueva York, uno de los proyectos que ocuparán la herida dejada en la ciudad norteamericana por la desaparición de las Torres Gemelas. Entre los proyectos previstos para renovar esa zona, está el intercambiador de transportes que ha diseñado el arquitecto valenciano, cuyas obras ya han comenzado. El diseño es inconfundible para cualquier ovetense, porque es muy similar al Palacio de Congresos que ya se alza en Buenavista, aunque aún en obras.

En Nueva York, las obras han empezado, y la Autoridad Portuaria de Nueva York y Nueva Jersey ha adjudicado la primera fase de la construcción de las piezas de acero a la empresa gallega Emesa, filial de Isolux, según publica «La Gaceta de los Negocios». Se trata de un contrato de 5,3 millones de euros para servir antes de septiembre en el puerto de Nueva York 750 toneladas de piezas de acero. Quedan por adjudicar otros dos contratos, hasta llegar a las 20.000 toneladas de acero que requerirá la obra neoyorquina.

Para Oviedo, las piezas de acero se están fabricando en Asturias, por la unión temporal de empresas Tradehi-Augescón. La obra está muy avanzada y en la actualidad se están soldando en la parcela de Buenavista las partes traseras de las grandes costillas que conformarán la visera que va a dar su aspecto distintivo al edificio, cuya finalización se prevé para el primer trimestre de 2009.

La construcción de grandes estructuras de su característico color blanco, con piezas móviles y cerramientos de vidrio, es una de las características de la obra del arquitecto e ingeniero, y en Nueva York las atravesarán diariamente unas 250.000 personas, ya que es un intercambiador de transportes. Otra vertiente de la obra de Calatrava es su construcción en altura, con ejemplos como el Turning Torso de Malmö, en Suecia. Para Oviedo planteó tres rascacielos, que no cuajaron.