P. G.

«Afortunadamente, estamos en un estado de derecho y yo en un sindicato democrático. En un país tercermundista habrían tirado de revólver al cinto o de cárcel. Pero aquí no lo pueden hacer y optan por esto». Amador García considera que la reacción de Santa Bárbara ante su radical oposición a la fusión de La Vega con Trubia ha llevado a la dirección a romper las negociaciones. «Cuando se denuncia que la privatización ha sido un fracaso absoluto, pegan una patada a la mesa y se van. Es la forma de actuar de los que no tienen argumentos», aseguraba el presidente del comité de empresa de La Vega (UGT).

Lejos de dar marcha atrás a sus reflexiones sobre la situación, Amador García afirmó que «no tengo que rectificar absolutamente nada de lo que dije». En cuanto a la decisión de romper el diálogo prosiguió: «Es lamentable. La categoría de los dirigentes de esta empresa ha quedado clara». El sindicalista insistió en sus acusaciones sobre lo que está ocurriendo en Santa Bárbara. «Hay claros indicios de que existen intereses oscuros y que se ha malgastado dinero público», dijo.

En cuanto a las negociaciones con las administraciones públicas de su sindicato, que la compañía califica de «doble juego», confirmó que «¿cómo no vamos a hablar con la SEPI o los ministerios si cobramos al día gracias a la carga de trabajo de Defensa? El hermano americano no ha aportado nada desde que llegó».

Amador García se mostró indignado ante las acusaciones de la empresa hacia el sindicato que representa. «Decir que UGT es desleal es de un enorme cinismo. Llevamos muchos años haciendo gestiones con las administraciones para conseguir carga de trabajo mientras General Dynamics no ha aportado ni un solo dólar», manifestó para sentenciar con una advertencia: «O hay una intervención política o el americano se va a cargar Santa Bárbara».