L. S. N.

Alberto Mortera justificó ayer la recalificación del antiguo Colegio Peñaubiña, en Latores, para hacer la sede de Duro Felguera y 27 chalés como una defensa más de la capitalidad de Oviedo. «Queremos mejorar, asegurar y mantener la presencia de una de las dos empresas asturianas que cotiza en Bolsa, Ser la capital no es sólo ser sede administrativa, es también ser la ciudad principal del territorio», defendió. La recalificación supone, además, «una apuesta por un modelo de desarrollo de baja densidad» para el entorno de Latores, y la oportunidad de obtener 8.000 metros para equipamientos deportivos, añadió Mortera.

Para PSOE y ASCIZ, la recalificación es «un urbanismo a la carta», porque en Oviedo, según Carmen Caballero, «ganan los fuertes y pierden los débiles, y a río revuelto, ganancia de pescadores». El argumento de la capitalidad es, para la concejala, «una chorrada» y la operación, «un pelotazo». Roberto Sánchez Ramos criticó la gestión, porque «estamos entre el urbanismo de Latores y el de las torres», y preguntó si «ha amenazado Duro Felguera con irse de Oviedo». Otras dos recalificaciones se aprobaron ayer: el cambio de trazado del vial a San Claudio, para alejarlo de Las Campas, y el cambio a equipamiento privado de una parcela sanitaria pública, junto al Hospital Monte Naranco, para la futura clínica Asturias. En el primer caso se aprobó por unanimidad, y en el segundo, con los votos de PP y PSOE, y el rechazo de ASCIZ, que criticó que se venda suelo de equipamientos públicos para empresas privadas.

La sesión debatió también el informe sobre la estabilidad presupuestaria, que arroja un superávit de 5 millones, que la oposición no se cree, entre otras cosas porque no incluye ni el pago de «Villa Magdalena» ni la deuda de Cinturón Verde. El concejal de Economía, Agustín Iglesias Caunedo, destacó que Oviedo no ha tenido déficit, situación que han sufrido un 40% de los municipios entre 2003 y 2006.