L. S. NAVEROS / Europa Press

Oviedo / Bilbao,

Las obras de edificación de La Manjoya están paradas desde hace más de un mes, cuando los proveedores comenzaron a retirar el material por la devolución de pagarés y facturas por parte de la empresa constructora, Urazca. La situación era grave, pero parecía inevitable que el grupo -con una cartera de pedidos de 300 millones de euros y obras públicas de gran relevancia, como un tramo del AVE- alcanzara un acuerdo con los bancos para resolver sus «problemas de liquidez». A principios de esta semana, se daba por seguro un acuerdo con al menos una parte de las 16 entidades bancarias afectadas, pero, repentinamente, el jueves sucedió lo peor: el presidente del grupo, Ignacio Ugartetxe, ex presidente del Athletic de Bilbao, presentó en el Juzgado de lo mercantil número 2 de Bilbao una declaración de concurso de acreedores -la antigua suspensión de pagos- que afecta a todas sus áreas de negocio, excepto la de Servicios y Medio Ambiente.

Las oficinas de Urazca en Oviedo -en la calle Uría y en Palacio Valdés- permanecieron ayer abiertas, aunque no se facilitaba información sobre la situación en la que quedan las promociones que tiene en marcha la empresa. En La Manjoya, donde tiene suelo para más de 500 viviendas, en construcción 181 pisos y planes para hacer unos 1.800, la oficina de ventas permanecía cerrada, con un cartel que informaba que reabrirá el miércoles. De los pisos en construcción en La Manjoya hay unos 80 vendidos, y tiene, además, una promoción en La Corredoria ya casi acabada, a punto de ser entregada a sus compradores.

La situación en La Manjoya no afecta a las obras de urbanización, que impulsa la empresa propietaria de la mayor parte del suelo, Anca Corporate, que lo compró al Ayuntamiento.

Según fuentes sindicales, el grupo constructor tiene previsto hacer un estudio de cada una de sus obras para suspender aquellas que no presenten cierta rentabilidad, con el consiguiente recorte de plantilla. Los representantes de los trabajadores creen que esos estudios derivarán en algún tipo de expediente de regulación de empleo. «Es posible que sobre gente en alguna delegación de Andalucía o Madrid, que cierren delegaciones y que abandonen alguna obra», señalaron.

Los problemas financieros de la firma han provocado que no se pague a los proveedores, por lo que han dejado de servir material a las obras. «Los operarios acuden a trabajar, pero se encuentran con que no hay material, falta cemento, hierro..., falta todo», indicaron las citadas fuentes. Los empleados de Urazca están pendientes de cobrar el salario del pasado abril. Los sindicatos temen unos dos meses de falta de pagos, o pagos con retraso, pero creen que se retomará la «normalidad».

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