Marta PÉREZ

La Corredoria parecía condenada a ser un lugar de paso. Condenada primero por su nombre, que significa camino de piedra, y más tarde por el mojón de la media legua. El monarca Carlos IV mandó colocar en la antigua carretera de Oviedo a Gijón, hoy AS-18, un mojón que recordase a los notables que participaron en la construcción de la vía: el promotor, Gaspar Melchor de Jovellanos, y el arquitecto, Manuel Reguera. Lo situaron a media legua de la capital asturiana, de ahí su nombre, en La Corredoria. Así pues, el que hoy ostenta el título de barrio más populoso de Oviedo comenzó siendo una piedra en el camino, a dos kilómetros de la capital asturiana. Lo que pasó después lo cantan los mariachis y algún borracho por las cantinas: el mojón de la media legua presagió que, desde entonces, el destino de La Corredoria sería rodar y rodar.

Como no podía ser de otra manera, La Corredoria empezó en la carretera. A ambos lados de la vía a Lugones se asentaron las primeras viviendas que han ido dándole forma. De zona rural, carácter que aún mantiene en núcleos como Cuyences, La Granxa o Villapérez, las urbanizaciones de La Corredoria han pasado a ocupar, a lo largo y a lo ancho, la media legua que separa el mojón original de Oviedo, hasta fundirse con la ciudad. A finales de los años ochenta el censo de La Corredoria no llegaba a los 1.000 habitantes. El último padrón municipal dice que son 14.000 los vecinos del barrio. Pero esos son los que están censados. La realidad es que La Corredoria ronda los 18.000 habitantes.

Dejando a un lado las cifras, lo cierto es que, de mantener el ritmo de crecimiento actual, La Corredoria se transformará en pocos años en uno de las grandes ciudades de Asturias. De momento, sólo seis municipios asturianos tienen más población que La Corredoria: Oviedo, Gijón, Avilés, Langreo, Mieres y Siero.

La primera urbanización, en mayúsculas, de La Corredoria, al margen de los asentamientos a la orilla de la carretera, no llegaría hasta la década de los setenta del siglo pasado, con La Carisa, un grupo de viviendas sociales promovidas por Cáritas y destinadas a familias con escasos recursos económicos. Hasta aquí el gateo del barrio. La Corredoria empezó a andar con las operaciones urbanísticas de la nueva era, que siguieron un patrón, de la mano de la Sociedad Mixta de Gestión y Promoción del Suelo en Asturias (Sogepsa). Primero se diseñó la urbanización de los terrenos de la zona Oeste. Se llevó a cabo en la zona situada entre la AS-18, las vías de ferrocarril y las instalaciones del Instituto Nacional del Carbón. Dio como resultado la construcción de 1.292 viviendas protegidas. Después se procedió a la urbanización de la zona Este, al otro lado de la carretera, en dos fases: Este I, cerca de la autopista «Y» y Este II, entre Lugones y la autopista. Sobre una superficie de 45 hectáreas se construyeron 1.754 viviendas (652 de protección oficial) en la primera fase, y 1.128 de protección autonómica en la segunda. En la actualidad está en marcha otra operación de Sogepsa, la urbanización de Prado de La Vega, que albergará 3.500 viviendas. El área se sitúa entre La Corredoria Este, el barrio de La Monxina y la finca de La Cadellada, donde se está construyendo el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), por lo que la nueva urbanización se beneficiará de los accesos al centro sanitario. El futuro del barrio también mira a La Malata, en el límite con el concejo de Siero, donde se proyecta la construcción de 800 viviendas, en una primera fase. «Y con esto se termina la expansión de La Corredoria, ya no hay más». Quien habla conoce el barrio palmo a palmo y ha estado ligado a su evolución durante los últimos treinta años, primero como presidente de la asociación de vecinos y desde hace diecisiete años como alcalde de barrio: Alfonso Pereira. «Dentro de diez años La Corredoria tendrá 40.000 habitantes». Ésa es la apuesta del alcalde pedáneo, que no tiene nada de mentalista, como Anthony Blake, pero que echa sus cuentas a razón de una media de tres habitantes por vivienda. Con 40.000 habitantes La Corredoria será la cuarta ciudad de Asturias, tras Oviedo, Gijón y Avilés.

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