Diana DÍAZ

La Orquesta de San Petersburgo pone esta tarde el broche de oro al «Ciclo de conciertos» del Auditorio Príncipe Felipe. La prestigiosa formación rusa ofrecerá un concierto, a las ocho, dirigida por Yuri Simonov, titular de la Filarmónica de Moscú. Simonov sustituirá así a Yuri Termikanov, que no podrá seguir a la Orquesta de San Petersburgo en su gira europea debido a una grave afección respiratoria.

En su concierto de Oviedo, que abre la gira de la formación, la Orquesta de San Petersburgo se inclina por el repertorio de los compositores rusos. El programa lo compondrán la obertura de la ópera «La leyenda de la ciudad invisible de Kitezh», de Rimsky-Korsakov; la suite del ballet de Chaikovski «El lago de los cisnes», y, en la segunda parte, las «Danzas sinfónicas, Op. 45», de Rachmaninov. La Orquesta Filarmónica de San Petersburgo se remonta a los primeros años del siglo XIX, cuando aristócratas rusos amantes de la música fundan la primera Sociedad Europea. Eso la convierte en la formación más antigua de la desaparecida Unión Soviética. En 1917, el conjunto sinfónico se convirtió en orquesta estatal y pronto se incorporó a la Filarmónica de Petrogrado, la cual se convierte en la principal organización musical de la Unión Soviética.

Tras la Revolución, la orquesta difunde sus interpretaciones y se perfecciona bajo batutas como Emil Cooper, Niclai Malko, Glazunov, Koussevitsky, Klemperer y Kleiber. Los directores administrativos de la orquesta lanzan a la formación ampliando su repertorio y destinos, destacando nombres como Ossovskaya y Mravinsky, entre otros.