David ORIHUELA

Un espectacular accidente de tráfico en la calle Muñoz Degraín se saldó ayer con un herido grave. Un joven, que conducía un Ford Sierra Cosword, perdió el control del vehículo cuando circulaba en dirección a la Ronda Sur a la altura del entronque de Degraín con González Besada. El coche atravesó los cuatro carriles de la vía hasta empotrarse contra la base de granito de una de las farolas del otro extremo de la calle.

El impacto provocó que la farola se viniese abajo sobre la parte delantera del vehículo, que quedó totalmente destrozada. El joven salió del coche consciente y por su propio pie, según testigos presenciales, que estaban aún impactados por el tremendo estruendo que causó el choque. «Yo estaba en el supermercado, lo escuché y salí corriendo; mi padre cogió un extintor porque salía mucho humo del motor», explicaba una joven.

Al lugar del siniestro se trasladaron una ambulancia medicalizada, una uvi móvil, efectivos de la Policía Local, Bomberos y responsables de la empresa eléctrica que se hace cargo del mantenimiento del alumbrado público.

El accidente tuvo lugar a las ocho y media de la tarde, hora en la que Muñoz Degraín está muy concurrida por jóvenes que acuden a bares de la zona. Además fueron numerosos los vecinos que bajaron de sus casas al oír el impacto. También a esas horas Muñoz Degraín tiene un intenso tráfico, ya que es una de las principales calles de entrada y salida de la ciudad. Afortunadamente y según explicaban los testigos, en el momento en el que el joven perdió el control de su coche estaban cerrados los semáforos del cruce con la calle Sacramento, lo que propició que no circulase ningún coche en dirección contraria.

Al cierre de esta edición el joven estaba siendo atendido en el Hospital Central de Asturias para evaluar la gravedad de las heridas. La Policía descartó en un primer momento que el accidentado hubiese consumido alcohol y se desconocía la causa por la que perdió el control del coche.