Elena CASERO

«He escrito esta novela porque lo necesitaba. Me acuerdo de todo lo que paso allí, primero lo he aportado como un niño, para pasar luego a la mirada de un adolescente que ha vivido numerosas experiencias».

El novelista conquense Raúl Torres recibió en el mediodía de ayer de manos de la consejera de Cultura del Principado, Encarna Rodríguez, el premio «Dolores Medio» de novela, gracias a su obra ambientada en la guerra civil «La noche de la aurora boreal», galardón dotado con 3.000 euros y la edición de la obra por la editorial KRK

«Novela moderna, en la que el lector desde el primer momento sabe a qué atenerse, y que no martiriza al lector exigiéndole una colaboración que a veces no está dispuesto a ofrecer» son algunos de los calificativos con los que definió la obra premiada la filóloga y presidenta del jurado del premio «Dolores Medio», Carmen Bobes, quien destacó también «que el título responde a un bello endecasílabo italiano».

Bobes ha subrayado también el criterio del jurado a la hora de elegir esta obra como la vencedora, un criterio «abierto para valorar el estilo literario» de las obras que se presentan. Para la filóloga, «a pesar de que la temática sobre la guerra civil es algo muy recurrente, en este caso se trata de un relato original y experimental, con un estilo vivo y dinámico».

Acompañando al novelista en la recepción del premio se encontraban, además de Carmen Bobes y la consejera de Cultura, el presidente de la Fundación Dolores Medio, Victor Alperi, quien recordó al comienzo de su intervención al recientemente fallecido Rodrigo Grossi, vocal de la Fundación, «y una persona que siempre se preocupó mucho por este premio, y además era amigo de toda la vida de la familia de la escritora». Encarna Sánchez tampoco quiso dejar pasar la oportunidad de recordar a Grossi, a quién calificó «como un gran político y sobre todo un caballero, que amaba a Oviedo y a la cultura».

Raul Torres ha reconocido durante esta presentación que su novela, que narra diferentes experiencias de la guerra civil a través de los ojos de un niño, «comencé a escribirla cuando tenía ocho años. Soy géminis, y siempre he sido un poco loco». En el currículum de Torres, que confesó que la literatura «es toda su vida», se encuentran más de sesenta títulos publicados y una treintena de premios, entre los que destacan el «Café Gijón» o el «Ignacio Aldecoa».

Encarna Sánchez, que acudía por primera vez a la entrega de este premio, se mostró encantada y aseguró que «Asturias vive un buen momento cultural, algo que se consigue con el apoyo de fundaciones como la Dolores Medio». La Consejera, haciéndose eco de unas palabras de Borges que Torres pronunció durante la presentación de ayer, finalizó su intervención, y puso fin al acto, con un rotundo: «La guerra es una grosería».