Marta PÉREZ

Vallobín forma parte de la lista de barrios privilegiados del centro de Oviedo que han conseguido no sólo mantener, sino incrementar, la población en la última década. Eso sí, lo ha conseguido a duras penas. El aumento de población da para un aprobado raspado, sin demasiado esfuerzo. Pero, como en el colegio, lo básico es progresar adecuadamente. Es exactamente lo que ha hecho Vallobín con su censo en la última década. Un censo que tiene mucho peso en la población total de Oviedo: el 5,45 por ciento de la población ovetense reside en Vallobín. El barrio ocupa el número nueve entre los más poblados de la capital, por detrás de la Argañosa y por delante de Buenavista.

Hace más o menos una década, en 1999, Vallobín sumaba 11.848 habitantes. En esa época se urbanizó la Losa, la infraestructura que acercó el barrio al centro y por ende, a los servicios del centro. El último censo municipal, del 30 de abril, sitúa la población del barrio de Vallobín en 12.139 habitantes. Por lo que en diez años Vallobín ha ganado tan sólo 291 habitantes. La estadística es así de cruel. Y más cruel lo es aún al comparar la pirámide de población de noviembre de 2007 con la actual. Entonces el barrio sumaba 12.150 habitantes, por lo que, en seis meses, Vallobín ha perdido 11 habitantes. Nada significativo, pero certero.

El alcalde de barrio, José Ángel González, no duda en poner sobre la mesa el envejecimiento del barrio como uno de los problemas que debe afrontar Vallobín de cara al futuro. El precio de la vivienda, la escasez de promociones de nueva construcción y de vivienda social hacen complicado que los jóvenes naturales del barrio puedan seguir viviendo en él una vez abandonan la casa de sus padres. «El futuro del barrio pasa por un proceso de renovación de la población», explica González.

Todavía hay esperanza. El padrón municipal cifra en 428 los niños menores de 5 años del barrio y los jóvenes entre 20 y 35 años son 2.692. La cosa pinta bien. Aunque si se comparan estas cifras de niños con las del vecino barrio de La Florida, antes integrado en Vallobín, pero que ha adquirido identidad propia, la cosa cambia. El barrio, nuevo, flamante, gestado a base de parejas jóvenes, con un tercio menos de población que Vallobín, tiene censados más niños menores de 5 años, en total 447. Muchos de los jóvenes de Vallobín han comprado en La Florida, por ser la zona de nueva construcción más próxima al barrio.

¿Ha ganado La Florida población en detrimento de Vallobín? Puede. Aunque en La Florida se ha asentado gente de todo Oviedo y de toda Asturias, sí es cierto que muchas parejas jóvenes de Vallobín han visto en el vecino barrio de La Florida su hogar ideal, a un paso de su casa de toda la vida, pero con vivienda nueva y más asequible.

El Vallobín del futuro debe afrontar el reto de la renovación de la población, como apunta el alcalde de barrio, y velar por los servicios que ha conseguido. «Al barrio no le falta de nada. Tenemos un centro de salud, dos centros sociales, la obra del aparcamiento subterráneo, que ha sido muy importante, y ahora el apeadero de Feve y la nueva Losa. No nos podemos quejar. Hay que pedir las cosas necesarias, no jugar con el nombre del barrio», explica Javier Fernández, el presidente de la Asociación de Vecinos de Vallobín.

El principal problema del barrio, y que por una vez coinciden en señalar el presidente de la asociación de vecinos y el alcalde de barrio, es el del tráfico. «La Ronda Norte es la única solución definitiva, aunque la ampliación de la rotonda de la Argañosa se puede notar», explican. La apertura del túnel de Ciudad Naranco también ha beneficiado al barrio. Muchos vecinos que trabajan en los polígonos de Silvota, Asipo o el Parque Tecnológico acceden al barrio por este atajo para evitar los semáforos de General Elorza. «La verdad es que sí se ha notado un poco la descongestión», sostiene José Ángel González.

El centro social de Vallobín es el único de la ciudad que organiza cada sábado un baile con música de acordeón para mayores.