L. S. N.

La Comisión de Economía dio ayer luz verde a una modificación del presupuesto para financiar diversas obras, entre ellas varias que afectan a la red de abastecimiento de agua, como el cambio del sistema de filtros del embalse de Los Alfilorios, la renovación de la tubería de bombeo de Udrión a Villarín, en Trubia, o las obras de mejora del abastecimiento a La Pandiella, en Tudela Veguín. En total, se harán obras por una cuantía de 1,1 millones de euros y se pagarán reduciendo la partida de Empleo.

El concejal de Economía, Agustín Iglesias Caunedo, justificó la modificación presupuestaria como un signo de «buena gestión». «Hay varios proyectos de Empleo que el Principado no nos ha aprobado y que, por tanto, no vamos a ejecutar. Vamos a utilizar ese gasto corriente en hacer inversiones», aseguró.

La concejala socialista Margarita Vega criticó al PP por reducir la partida de Empleo, «que junto con Cultura parece que es la "maría" de este Ayuntamiento», y puso en duda la palabra de Caunedo: «Hemos hablado con el Servicio Regional de Empleo y nos han dicho que no se ha rechazado nada».

El concejal de Economía reaccionó acusando a Vega de «mentir, porque tiene la fea costumbre de hacerlo siempre y por sistema» y facilitó, ya por la tarde, copia de los cinco proyectos de empleo presentados al Principado, «de los que sólo se aprobaron dos y con un recorte sobre el contenido propuesto».

El concejal socialista Silvino González criticó que se incluyan en las inversiones «obras que claramente son de mantenimiento junto a otras que sí son inversiones. Da idea de hasta qué punto la situación económica municipal es crítica, pues la conservación y el mantenimiento de la red de agua o de saneamiento tienen que estar previstas en el presupuesto».

Economía rechazó, por otro lado, una propuesta del PSOE para dedicar el superávit municipal a reducir la deuda, «para poder pedir un nuevo crédito y hacer inversiones». El concejal de Economía rechazó la propuesta porque «preferimos invertir ese dinero directamente, sin recurrir a crédito, algo que aconseja no sólo un buen ejercicio presupuestario, sino el sentido común».