Ex domador de fieras y relaciones públicas

Marta PÉREZ

Ángel Cristo (Huelva, 1944), el domador circense más famoso de España, ha sido noticia en los últimos años más por sus «escándalos» en el mundo del corazón que por su trabajo con tigres, leones y elefantes, que le han costado más de un hueso roto. Cristo cerró su circo hace unos años y desde hace dos trabaja como relaciones públicas para la empresa de espectáculos Marcos César Acción Motor, que este fin de semana actuará en la explanada del Carlos Tartiere.

-¿Echa de menos el mundo del circo?

-Siempre lo eché de menos y lo sigo echando. Pero lo que hago ahora se parece. En vez de leones, el espectáculo es con motos. Ahora las fieras rugen de otra manera. En cierto modo, he vuelto a la vida del circo. Vivo en una caravana y estoy siempre de gira.

-¿Su circo ya no era viable?

-Cerré mi empresa por estrés y agotamiento. Quizás el circo ha pegado un bajón, pero el problema es que no hay empresarios que arriesguen y el público no es tonto.

-¿El modelo del Circo del Sol es el circo del futuro?

-El Circo del Sol es otra cosa. Lo monta una multinacional, no tiene animales, se realiza todo con guión y sólo es para mayores. No es un espectáculo para toda clase de público.

-En los últimos años se ha paseado mucho por los platós de televisión.

-La última vez, hace cuatro meses. Me pagan por contar cosas.

-¿Le pagan bien?

-Depende del morbo que tenga lo que vayas a contar. Lo firmas en un contrato previo.

-¿Qué tal se encuentra después de sus últimos ingresos hospitalarios?

-Tuve unos problemas de salud y depresión muy fuertes. Todo eso lo superé. Centrarme en el trabajo fue lo que me ayudó a salir a flote.

-¿Y las relaciones con Bárbara Rey y el resto de su familia?

-No hay relación, ni con mis hijos ni con mi ex mujer. Me da pena y los echo de menos.

-¿A qué se dedica estos días en la ciudad?

-A conocer gente. Me encanta la mentalidad de los asturianos.