La artesana naveta María del Carmen Álvarez Puente expuso ayer en la estación de autobuses, una muestra de sus obras, y también realizó algunas de sus creaciones de cara al público.

Esta muestra está enmarcada dentro de las II Jornadas de artesanía que desde la semana pasada se celebran en este recinto todos los miércoles del mes.

Bisutería de cerámica y plata, alfarería, reproducciones arquitectónicas, fundamentalmente hórreos que parecen de azabache. ¿Cómo lo consigue? «Haciéndolos en negro esmaltado muy brillante, que funde a mil grados. No hay más secreto», desveló la artesana.

También reproduce tejas antiguas a tamaño natural, tallas típicas de los ebanistas asturianos que van desde abanicos a las flores de agua; y también reproducciones de muebles antiguos y las clásicas vasijas de barro.

«Soy la cuarta generación de alfareros de la familia, descendiente directa de los antiguaos alfareros de la Cerámica El Rayu, de Siero, que empezaron en este oficio en el año 1780. Desde entonces 13 alfareros continuaron con la tradición, en distintas generaciones, que yo ahora continúo con mucho orgullo y con muchas ganas», explicó orgullosa de la tradición familiar María del Carmen Álvarez.

Comenzó hace diez años en la Escuela de Cerámica de Avilés, y desde entonces no paró ni piensa hacerlo en el futuro. En el Reino Unido y en Suiza dejó ya constancia de su buen hacer artístico.