David ORIHUELA

Jovellanos XXI puede empezar a construir el nuevo palacio del Vasco. El Ayuntamiento de Oviedo firmó ayer por la mañana la aprobación del proyecto elaborado por el arquitecto avilesino Maximino Díaz con la colaboración de Verónica Durán. Esta aprobación supone que la empresa de Cosmen y Lago ya tiene la licencia para comenzar los trabajos en la parcela del Vasco.

El concejal de Licencias y Urbanismo del Ayuntamiento de Oviedo, Alberto Mortera, confirmó ayer la aprobación y recalcó que se ha hecho «en un tiempo récord». La empresa presentó el proyecto al Consistorio el lunes de la semana pasada y ayer obtuvo el visto bueno. «Damos curso al compromiso adoptado en el Pleno municipal y al del alcalde, Gabino de Lorenzo, de agilizar el proceso», explicó Mortera. El proyecto ha obtenido la aprobación de los distintos departamentos, Urbanismo y Licencias, y ya puede desarrollarse.

Fuentes cercanas a la operación esperan que los trabajos comiencen después del verano y tendrán una duración de dos años, en los que trabajarán en la construcción del nuevo palacio de justicia unas 600 personas.

El proyecto debe pasar también el filtro del Principado, promotor del proyecto, que introducirá las modificaciones que considere oportunas siempre intentando lograr «el máximo consenso» con los representantes de la justicia asturiana.

El nuevo palacio de justicia regional ocupará 60.000 metros cuadrados de terreno y tendrá un coste de 176,7 millones de euros, que se pagarán mediante un arrendamiento a 30 años, tras los cuales las instalaciones pasarán a ser propiedad del Gobierno regional. Además, el Principado adquirirá otros 20.000 metros cuadrados en la misma parcela para ubicar en ellos el archivo regional, una operación que tendrá un coste de 14 millones de euros.

La nueva sede judicial pondrá solución definitiva a las estrecheces de la administración de justicia en Oviedo. La operación nace ya con la intención de adaptarse a las nuevas situaciones y necesidades de la justicia. Así, la distribución del espacio dentro del edificio ya contará, de partida, con una reserva de metros cuadrados que permitan ir ampliando juzgados y demás dependencias a la medida que marquen las necesidades. Según esta reserva, el Principado calcula que el edificio dará respuesta holgada a las necesidades espaciales de los juzgados ovetenses durante un plazo de unos quince a veinte años.

Se pone de este modo fin al uso de una polémica parcela en la que se barajaron varios proyectos, entre ellos tres torres de viviendas diseñadas por el arquitecto valenciano Santiago Calatrava.