Ch. N.

El concejal de Cultura y Festejos, José Suárez Arias-Cachero, también volvió a insistir ayer en que las críticas formuladas por los promotores se tendrán en cuenta. «Reitero lo que ya dije», explicó, «una vez que pasen las fiestas de San Mateo me sentaré con ellos, porque quiero escuchar sus propuestas y tenerlas en cuenta para el año que viene». Con todo, el clima de buena voluntad también incluye una llamada de atención sobre las exigencias del sector.

Arias-Cachero entiende que es una cuestión «clara» que todo el mundo debe entender que los promotores no pueden pretender entrar a diseñar la programación de unas fiestas de las que ellos mismos se beneficiarían. «La pretensión de ser parte activa en la organización y programación de las fiestas no es razonable ni posible legalmente», razonó. «La legislación sobre contratos públicos no lo permite. Parece bastante obvio que los proveedores, y este es el caso en el que nos encontramos, no puedan participar en una programación de la que se puedan derivar contrataciones por las que ellos cobrarían, pues esa es su legítima actividad empresarial».