Javier NEIRA

Magdalena del Amo, valdesana afincada en Galicia, es periodista, directora de la revista «Ourense Siglo XXI», colaboradora de Popular TV y acaba de publicar el libro «Déjame nacer», donde a lo largo de casi 400 páginas analiza críticamente el aborto en todas sus facetas, con una exhaustiva documentación y a contracorriente del pensamiento dominante. El libro será presentado mañana, a las ocho de la tarde, en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA, con la intervención, entre otros, del arzobispo de Oviedo Jesús Sanz Montes y de la autora.

-¿Por qué titula su libro «Déjame nacer»?

-Es un título corto, bonito y contundente. Es la petición y la expresión del niño, feto y bebé que aparece en la fotografía de la portada, en el vientre de su madre. Es el portavoz, es el vocero de todos los niños concebidos del mundo.

-En el subtítulo pone «El aborto no es un derecho».

-Es evidente. Un Estado democrático, civilizado, progresista y avanzado no puede ir transformando los delitos en derechos. ¿Qué pensaríamos si la estafa se convirtiese en un derecho? No se puede convertir en un derecho la pederastia y, por cierto, no faltan grupos de locos, en EE UU y en Alemania sobre todo, que pretenden legalizarla.

-El aborto está legalizado en muchos países, sobre manera en los más avanzados.

-Y se está trabajando para extenderlo a los subdesarrollados que ya no se pueden denominar así por culpa de la dictadura progre de lo políticamente correcto. Hay que decir en vías de desarrollo.

-¿Entonces?

-Quiero desandar, con mi libro, un recorrido realizado en las últimas décadas. Un camino imposible sin el apoyo de la ONU. De la sacratísima e intocable ONU.

-Ahí está la OMS y la gripe que se inventó o casi.

-Por ejemplo. Hay muchas cosas manipuladas. Hay muchos intereses creados paralelos a las multinacionales farmacéuticas. Pues bien, la ruta histórica reciente del aborto es paralela a la ONU y a la ideología de género.

-Que no se sabe muy bien qué es.

-Es una ideología loca, absurda y desnaturalizada. Se ha ido infiltrando. Aquí han llegado al poder las feministas de género.

-¿Las vicepresidentas?

-Mismamente. Todo arranca de la primera conferencia sobre la mujer, en 1978, en Alma Ata. Allí se acuñó el término de planificación familiar. Decían que era para controlar la población. Ahora se habla de salud reproductiva que no es ni salud ni es reproductiva. Buscan una libertad mal entendida, la meta fatal es tener sexo a cualquier edad y aborto gratis y sin límites.

-¿Por qué no abortar?

-Por que es el mayor pecado, la acción más bárbara que puede cometer un ser humano.

-Los partidarios dicen que el embrión o el feto de pocas semanas no es un ser humano.

-Ya, vivo pero no humano. Esas son las salidas de tono de la ministra Bibiana Aído, una pobre e ignara mujer que no sabe nada y repite lo que le mandan.

-¿Por qué es un ser humano?

-Yo he sido embrión, feto, nací y soy Magdalena. Y de igual forma todos. Son estadios de la vida, me apoyo en la evidencia y en el sentimiento, lo sabe todo el mundo aunque sea analfabeto. Bibiana Aído repite postulados de los manuales de la Organización Internacional de Planificación de la Familia, la mayor promotora de abortos del mundo.

-¿Cuál es el fin de esa organización?

-La abolición de la moral sexual y el aborto libre, la desaparición de la familia y del matrimonio.

-¿Por qué? ¿Acaso por satanismo?

-En un próximo trabajo abordaré esta cuestión. Hay un plan del mal.

-Los grupos provida están siendo barridos, hace solo unos años en España se practicaban 70.000 abortos al año y ahora 120.000.

-Y se practica sexo libre en los reality de televisión y a quien no lo hace, se le critica. Existe un plan global, no hay duda. De todos modos tengo confianza y esperanza.

-¿En qué?

-Hay que concienciar a la gente. En alguna ocasión he enseñado fotos sobre abortos, que publico en el libro, y la gente dice que no lo sabía. Hay que luchar cada uno desde sus posibilidades.

-¿Qué posibilidades?

-Mi amiga Pilar, presidenta de Unidos por la Vida, dice que hay que rezar, que es la única manera de que la misericordia de Dios haga un milagro.

-¿Y los argumentos?

-Hace falta sensibilización. Apartar el veneno. Hay que cambiar el sistema educativo y servirnos de las nuevas tecnologías. Cuando veo programas de televisión como «La Noria» me desespero.

-El propietario es Berlusconi, católico practicante.

-No es el gestor. Y en todo caso no son católicos adultos y con conciencia, sino de todo a cien.