L. S. N.
El concejal de Economía, Jaime Reinares, desmintió ayer que la Fundación Gustavo Bueno reciba más dinero de las arcas municipales que la Ópera de Oviedo, tal como había criticado el PSOE. Reinares acusó a la portavoz socialista, Paloma Sainz, de «mentir deliberadamente» sobre el apoyo económico del Ayuntamiento a la Fundación.
«Las cifras que da la portavoz socialista sobre la subvención a la Fundación Gustavo Bueno son falsas, y ella lo sabe perfectamente. Mezcla el coste de una exposición realizada hace años con la subvención anual al funcionamiento de la Fundación Gustavo Bueno en un burdo engaño», afirmó Reinares, en referencia a la exposición «Oviedo, doce siglos», que se organizó en 2008, con un coste de 600.000 euros.
«Miente y engaña a sabiendas y eso inhabilita para la vida pública a quien lo hace. La portavoz socialista no informa a la opinión pública, miente deliberadamente para tratar de manipularla. Un comportamiento moralmente inadmisible y más en un representante público. La miseria moral de Paloma Sainz la retrata», arremete Reinares.
Según sus datos, la Fundación Gustavo Bueno recibió en 2009 un total de 160.000 euros, y en 2010 está prevista una aportación municipal de 100.000 euros. Para la Temporada de Ópera, el Ayuntamiento aportó el año pasado 594.000 euros, y este año dará una subvención de 475.000 euros.
El Grupo municipal Socialista cifraba en 800.000 euros la subvención dada en 2008 a la Fundación Gustavo Bueno, incluyendo en esta cifra el coste de la exposición.
El PP y el PSOE han mantenido una larga disputa sobre la política municipal de subvenciones. Los socialistas acusan al equipo de gobierno municipal de hacer una política de subvenciones «arbitraria», por dar la mayor parte de estas ayudas sin convocatoria pública. Por su parte, el equipo de gobierno defiende que las subvenciones se dan a proyectos concretos, y que sería absurdo sacar a concurso, por ejemplo, el apoyo a la Temporada de Ópera.
En la última Comisión municipal de Economía, celebrada esta semana, el PSOE volvió a criticar las subvenciones, con especial incidencia en la recibida por la Fundación Gustavo Bueno, y el PP le acusó de «perseguir» al filósofo por motivos ideológicos.
