Chus NEIRA

El subsuelo de la calle Uría podría paralizar el larguísimo proceso judicial de la expropiación de «Villa Magdalena», que desde 1996 ha costado al Ayuntamiento de Oviedo 15,4 millones de euros y que todavía amenaza las arcas municipales con una última tasación de 62,9 millones realizada por la expropiada Comamsa. La propiedad ha sido, precisamente, la que ha lanzado la oferta que llevó a ambas partes a pedir que se paralizase el proceso judicial durante cuarenta días para abrir una nueva mesa de negociación. A cambio de la deuda de «Villa Magdalena», la propiedad pide el subsuelo del paseo de los Álamos para realizar un gran aparcamiento. El Ayuntamiento considera que esta oferta supone «hacer una oportunidad de un problema» y ha empezado a trabajar en busca de una solución que contente a las dos partes.

Aunque la negociación está todavía en su fase inicial, el Ayuntamiento no descarta que la propuesta final se amplíe y el subsuelo que se entregue a Comamsa incluya también parte de Toreno y de la calle Uría. Otra pieza del pacto que salde la deuda pendiente de «Villa Magdalena» podría sumar una tercera pata a la negociación, pues no se descarta que el gran «parking» que saliera de este acuerdo incluyera el aparcamiento de la plaza de La Escandalera. En este caso, Comamsa tendría que ponerse de acuerdo con los actuales gerentes de este «parking», Aparcamientos Asturias, del grupo Masaveu, a quienes todavía les quedan trece años de concesión.

En todo caso, en la base de la negociación está la idea de que el Ayuntamiento de Oviedo entregue a Comamsa subsuelo por el valor de lo que reste por pagar de «Villa Magdalena», y que la ciudad sume con este acuerdo un gran aparcamiento subterráneo en el corazón de la ciudad.

Descartadas otras compensaciones como el aprovechamiento de terrenos, que la actual crisis desaconseja, la negociación se ha centrado ahora en el subsuelo y los aparcamientos.

El alcalde de Oviedo, Gabino de Lorenzo, lleva personalmente la negociación junto a un reducido equipo municipal. El diálogo entre ambas partes, no obstante, se ha limitado por ahora al intercambio de ofertas por escrito. Fuentes municipales indican que el acuerdo final no se limita a la zona de Uría y podría sumar, incluso, la venta del subsuelo correspondiente al aparcamiento de Longoria Carbajal, que el empresario al frente de Comamsa, Miguel Ángel Menéndez del Fueyo, ya explota en la actualidad en régimen de concesión.

Si el acuerdo de «Villa Magdalena» se logra y pasa finalmente por el paseo de los Álamos, Uría y Toreno, el Ayuntamiento de Oviedo no descarta tampoco aprovechar la oportunidad de unas obras para acometer una gran reforma de todo el centro de la ciudad.

En detalle, el primer objetivo sería el propio paseo de los Álamos, que en la actualidad recubre un mosaico del pintor Antonio Suárez. No se contempla ninguna alteración del mármol que cubre los Álamos -aunque las obras podrían obligar a desmontar el mosaico de Antonio Suárez-, pero sí diseñar determinado tipo de estructuras modulares de poca altura que sustituyan las carpas que habitualmente se instalan en la zona.

Con un foco de visión más amplio, y en función de la magnitud del aparcamiento que se proyectara, el Ayuntamiento no descarta acometer una reforma general de la superficie de toda la zona de Uría.

Desde fuentes municipales se indica que es muy poco probable que el acuerdo con Comamsa para saldar la deuda de «Villa Magdalena» incluya compensaciones económicas. Al menos, por parte del Ayuntamiento se está tratando de negociar en ese sentido, ciñéndolo todo a la cesión de suelo y a los equipamientos que podrían derivarse para la ciudad de este tipo de operaciones.

Ésta no es la primera vez que la propiedad y el Ayuntamiento se sientan a negociar. De hecho, en el origen de la expropiación de «Villa Magdalena» está un primer acuerdo, finalmente frustrado, que trató de solucionar la compra del palacio y la finca a cambio de aprovechamientos urbanísticos en terrenos anejos.

Desde entonces, en 1996, se trató de paralizar el proceso judicial en más ocasiones, siempre en torno a negociaciones que saldaran la deuda de «Villa Magdalena» a través de diversos aprovechamientos urbanísticos.

En esta ocasión, y gracias al subsuelo, se está negociando «en serio» y hay posibilidades «reales» de acuerdo, según declaró la semana pasada el abogado de la empresa.

Para el alcalde de Oviedo, Gabino de Lorenzo, canjear la deuda de «Villa Magdalena» por el subsuelo del área de Uría supone «hacer de un problema una grandísima oportunidad».

De Lorenzo resumió el punto de partida de las negociaciones como una cesión de subsuelo que, «a cambio, metería a esta ciudad en la modernidad de tener en el centro un aparcamiento del siglo XXI».

Para De Lorenzo, «Oviedo no puede seguir sin un aparcamiento en condiciones en el centro de la ciudad», y contempla la oportunidad de acuerdo con Comamsa en torno a los aprovechamientos del subsuelo como la «oportunidad» de saldar la deuda y obtener, al tiempo, un equipamiento «fundamental» para la ciudad.

El Alcalde no quiso despejar en qué punto se encuentran las negociaciones ni si juzga que esta vez hay muchas posibilidades para lograr un acuerdo definitivo, simplemente aseguró que «si hay una posibilidad de acuerdo entre las dos partes, ellos y nosotros entendemos que vale más un mal acuerdo que una buena sentencia».

Por otra parte, el alcalde de Oviedo juzgó «irreprochable» la actuación del Ayuntamiento en «Villa Magdalena». Evitó hablar de por qué no consignó en su día el dinero del justiprecio de la expropiación y se limitó a detallar el proceso que en su día sufrió la finca: «Era un terreno cerrado con un muro, un palacete en ruinas y sin uso ninguno. El Ayuntamiento entendió que debía pasar a ser municipal y trató de entenderse con la propiedad. No pudo ser. Y lo digo sin ninguna acritud. Entonces fuimos al procedimiento más limpio que había en la administración, que es la expropiación. Y hasta aquí. En todo el camino hemos defendido, y seguiremos haciéndolo, los intereses de la ciudad».