Muy educados, pero no pactaron sobre la educación la Cospedal y Gabilondo. Cuando la dictadura de Primo de Rivera, Concha Girgenti, aya de Alfonso XIII, que dejó Madrid al quedarse viuda, fundó en Oviedo un colegio, en Pérez de la Sala, donde luego se establecería la Academia Carmina. La Girgenti fue autora de uno de los primeros manuales de educación para la mujer, y a ella vino a consultarle don Miguel acerca del declive de los sistemas educativos y el hecho de que los niños no supieran ya la historia de España, no se interesaran por la Edad de Oro, ni respetaran las buenas costumbres. «¿Qué habrá fallado?», le preguntó el general, «¿cómo corregir esta tendencia?, ¿qué inventar para que la moralidad vuelva a su ser?». Y respondió ella: «Sólo hace falta una cosa, madres como las de antes». Claro que la Cospedal es madre reciente y Gabilondo ni eso.