David ORIHUELA

El Real Oviedo se juega mañana continuar en la fase de ascenso a la categoría de plata del fútbol español, pero durante todo el fin de semana, desde ayer por la mañana, la ciudad vive ya la Ascensión, la feria rural en el centro de la ciudad.

En la Ascensión hay tres escenarios que se complementan y que hacen que toda la ciudad sea una gran fiesta de la tradición asturiana. El concurso de ganado y la exposición de maquinaria agrícola se celebra desde hace años en el recinto ferial de Llanera. En la losa de Renfe se inauguraron ayer las múltiples exposiciones que muestran a la ciudad las tradiciones del campo asturiano, e incluso a los habitantes de las zonas rurales, para recuperar la memoria de muchos oficios tradicionales ya perdidos.

La mañana fue de poca afluencia de público a las carpas de la Avenida de la Fundación Príncipe de Asturias, la losa, pero el buen tiempo auguraba un lleno total para la tarde y todo el fin de semana.

Mientras tanto, los artesanos se preparaban para atender al público. En la exposición de Tineo, por ejemplo, dos hombres se afanaban en cocer pan en un horno de leña, para solaz del público que se congregaba en esta parte de la feria, una de las más concurridas a mediodía de ayer.

Los vecinos de Ponga se estrenan en la celebración ovetense y ayer calentaban motores a la espera de lo que les venga el fin de semana. A poca distancia, otro concejo que visita por primera vez la Ascensión: «Pravia, un municipio por descubrir». Los pravianos quieren dar a conocer sus secretos al resto de Asturias y la feria ovetense es una gran oportunidad.

Los que ya son fijos desde hace años en esta celebración son los vecinos de la localidad sierense de Valdesoto, ya famosos por sus carrozas con las que participan en numerosos desfiles por toda la geografía regional, como el Día de América en Asturias de las fiestas de San Mateo. A la Ascensión han traído algunas de esas carrozas, como la que han convertido en un quiosco de la música y desde el que ofrecen actuaciones en directo. Como en cualquier romería asturiana, que es lo que les gusta representar a los de Valdesoto, no puede faltar el chigre, así que allí lo han instalado en su carpa, un hórreo-chigre para atender a quien quiera tomar sidra.

Y atravesando la calle Uría los ovetenses y visitantes llegan al casco antiguo, que estos días se ha convertido en un gigantesco mercado medieval. Las plazas de Porlier y de la Catedral acogen esta representación de los antiguos mercados asturianos en la que participan más de 200 artesanos.

Asturias entera, su cultura, tradición y gastronomía, está todo este fin de semana en Oviedo.

Teatinos inauguró ayer sus fiestas de la Ascensión con el pregón que pronunció el periodista de LA NUEVA ESPAÑA Ángel Fidalgo, seguido del chupinazo. Una gran carpa de 1.200 metros cuadrados, situada en el aparcamiento que está situado frente al centro comercial Los Prados, con quince chigres de hosteleros del barrio, acogerá las actuaciones hasta el martes.

Por este recinto, que estará abierto a partir del mediodía, pasarán diversas orquestas de Asturias, y todos los días habrá sesión vermut y de baile.

Hoy, a las 12 de la mañana, se inaugurará el mercau tradicional, y desde las 17 a las 21 horas se celebrará el gran baile por la capitalidad europea de la cultura 2016. Mañana domingo y el lunes continuarán los actos, y el martes se hará el tradicional reparto del bollo.