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Al fondo de La Losa, en la carpa dedicada a la apicultura, el cocinero francés afincado en Oviedo, Oscar Farkoa, preparaba un bizcocho de chocolate y miel, mientras explicaba a los curiosos que era un cocinero singular, «ya que me dedico a cocinar en casas particulares por encargo».

Después de trabajar durante varios años en distintos restaurantes de París conoció la asociación francesa de chefs a domicilio y decidió dar un cambio de timón. «Hay gente que prefiere invitar a cenar a los amigos a su casa, en lugar de hacerlo en un restaurante, y para eso estoy yo, para encargarme de todo, desde hacer la compra hasta preparar la cena y después recoger», explicaba Farkoa mientras repartía cucharas con mousse de naranja y miel. «Los postres me encantan». Y seguro que sí porque su tesis en La Sorbona la hizo sobre «La gastronomía en los cuentos de hadas».

Y así fue pasando el día, con la muestra de folklore «Feria de La Ascensión» o la escuela de deportes tradicionales a cargo del Club Deportivo «6 Conceyos» y, ya a lo largo de la tarde, desde las cinco, con la celebración del concurso de escanciadores de sidra. En esta duodécima edición del concurso de escanciadores hubo veintisiete participantes, «con un nivel similar al del año pasado, comentó Luis Estrada, coordinador general del certamen.

El ganador en la categoría absoluta fue el dominicano Wilkin Aquiles, de la sidrería El Traviesu, de Gijón; el segundo clasificado, Guillermo González, de Bemar, de Oviedo, y el tercero Pablo Álvarez, del Llagar de La Morena, de Siero.

En el apartado de escanciadores locales el primer premio fue para Guillermo González, que había quedado en segundo lugar en el anterior concurso, seguido Emiliano Alvarez, de Tierra Astur de la calle Gascona, y el tercer puesto fue para Alberto Álvarez, de la sidrería Juan Carlos, de Oviedo. En juveniles ganó Kevin Marcos, de Cuatro Caños, de La Corredoria.