David ORIHUELA

El sector turístico de la capital del Principado se recupera y sale de la crisis. Las cifras de visitantes correspondientes al primer cuatrimestre del año son alentadoras, no sólo se ha superado la barrera psicológica de los 100.000 visitantes, ya que se contabilizaron 116.034 turistas en la ciudad, sino que se superan los números de los primeros cuatro meses de 2008, antes de que la crisis económica mundial se cebase con el sector turístico.

En 2009 el batacazo fue importante. En el mismo período de hace dos años visitaron la ciudad 110.624 personas. Ya en plena recesión, durante los primeros cuatro meses del año pasado, los visitantes que llegaron a la capital del Principado fueron 95.161. Son datos ofrecidos por el Instituto Nacional de Estadística.

Desde principios de año se han ido superando mes a mes las cifras de 2009. Así, en enero, un mes tradicionalmente flojo para el sector turístico después de pasadas las Navidades, el año pasado visitaron la ciudad 18.721 personas, frente a las 23.072 de este año. En febrero ocurrió lo mismo, y se pasó de 21.446 a 26.065 personas. Más de lo mismo en marzo, con 25.576 en 2009 y 32.213 visitantes en 2010. El mes pasado la tendencia se consolidó y la diferencia siguió rondando las 5.000 personas, creciendo de los 29.418 visitantes de 2009 a los 34.684 de este año.

La constatación de la mejoría la hace sobre el terreno Ángel Zubizarreta, director de un hotel de cuatro estrellas de una cadena nacional en el centro de la ciudad. No quiere echar las campanas al vuelo y se muestra cauto, pero reconoce que las cifras de los primeros meses de 2010 «son mejores que las del año pasado», aunque matiza que no alcanzan «los niveles de las temporadas fuertes de antes de la crisis económica». En general, el balance es positivo, porque se ha superado ampliamente el año pasado, el peor de las últimas temporadas, y se aprecia un cierto remonte.

La media de ocupación en lo que va de año la estima el hotelero en alrededor del 60 por ciento. En cuanto a las previsiones para la temporada de verano, próxima a comenzar, la cautela es la misma. Zubizarreta insiste en que son «inciertas». En un primer momento parece que se superará con creces la ocupación del año pasado. «A día de hoy las reservas confirmadas son más que las que teníamos el año pasado por estas fechas», señala, pero en este preciso momento entran en juego los recortes anunciados por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Por un lado, está la bajada del sueldo a los funcionarios y la subida del IVA que se hará efectiva el próximo 1 de julio. Por otro lado, además de los ajustes objetivos, está la apreciación subjetiva, «la contención del gasto por parte de los clientes», que no tienen que ser necesariamente funcionarios que han perdido poder adquisitivo.

La celebración del año jacobeo también es una buena baza para vender Oviedo y para atraer turistas a visitar la Catedral, pero así y todo, «las previsiones son inciertas», insiste el director de hotel, que explica que «el turismo vacacional se ve más afectado por los factores económicos, porque en invierno los clientes en muchos casos viajan por obligación y en verano, al hacerlo por placer, hay muchos que se retienen y no viajan».

Han sido cuatro meses al alza, y las previsiones son buenas para que el resto del año se siga consolidando la tendencia positiva.