D. ORIHUELA

Lo que la comunidad universitaria rindió ayer a Pedro Gil, catedrático del área de Estadística e Investigación Operativa de la Universidad de Oviedo, no fue un homenaje, fue la representación de su biografía en un acto tan largo en el tiempo como lleno de diversión y emoción.

La estructura era la de una obra de teatro y la escenificación casi alcanzó el mismo rango. Desde sus primeros pasos en Valladolid hasta su jubilación en Oviedo, pasando por su importante etapa madrileña.

Hubo hasta actuación musical. Un coro formado para la ocasión, en el que estaban integrados compañeros, alumnos y sus hermanos Juan y María Ángeles, fue trufando con las canciones preferidas del catedrático que se jubila las tres etapas de su vida. La castellana, la madrileña y la asturiana.

El presidente del Principado, Vicente Álvarez Areces, también matemático, tuvo palabras de amigo para el profesor y destacó que Gil llegó a Oviedo «cuando yo vivía otro de los momentos más importantes de mi vida en Perlora». Hizo Areces tres referencias a la ruptura de los comunistas asturianos en la ciudad de vacaciones de Carreño.

El repaso que los hermanos hicieron de la vida de Pedro Gil, «el bueno, el guapo y el listo», provocó no sólo risas, sino carcajadas en el Paraninfo de la Universidad. El acto lo cerró el rector, Vicente Gotor, que calificó al profesor jubilado de «gran universitario».