J. N.

Rogelio Estrada es el arqueólogo que estudió exhaustivamente la fuente romana de la calle de la Rúa de Oviedo, encontrada en el verano de 2008 a propósito de las obras de ampliación del Museo de Bellas Artes de Asturias. Ahora está excavando en el yacimiento romano de Argandenes, en Piloña. El hallazgo de un pozo anterior al siglo VIII en el palacio arzobispal, del que a primera hora de la tarde de ayer apenas tenía noticia porque llevaba todo el día en el yacimiento, le parece que «está dentro de toda lógica». «Es lo normal que aparezcan cosas así. Cada vez se encuentran más piezas del gran puzle ovetense que con el tiempo acabaremos por completar. El hallazgo del pozo indica que la potencialidad de la colina de Ovetao es enorme. Es algo ya incuestionable. La fuente de la Rúa que datamos en el siglo IV está muy cerca de ese pozo, todo está muy concentrado, aunque cronológicamente puede haber mucha diferencia».

Queda aún por investigar a fondo la Foncalada, la fuente prerrománica, considerada del siglo IX, pero que, por las dimensiones de los sillares, la traza y otros elementos apuntan a un origen romano. De confirmarse esa hipótesis se extendería muy considerable el radio de los yacimientos de carácter urbano anteriores a la fundación de la ciudad y llevaría a un completo replanteamiento de la historia de Oviedo.