P. GALLEGO

La Policía Local de Oviedo no multará a quienes rebasen el límite de velocidad de 30 kilómetros por hora impuesto en la llamada «zona 30», comprendida entre las rondas que rodean el centro de la ciudad y en la que el tráfico de vehículos compartirá espacio con la bicicleta. El intendente del cuerpo de seguridad, Manuel Secades, aseguró ayer que no habrá «represión policial» específica para estos conductores, ya que el «proyecto Oviedo 30» sólo busca «dar un espacio al ciclista». «El policía no va a andar detrás de los conductores con un radar para ver si van a más de 30», aseveró.

Secades realizó estas afirmaciones en la presentación del «Plan 30 Oviedo: Ciudad y Universidad abiertas a la bicicleta» en el edificio histórico de la institución. En sede académica, Secades fue el encargado de explicar los pormenores de un proyecto en el que, según explicó la concejala de Seguridad Ciudadana, Conchita García, «el Ayuntamiento lleva un año y medio trabajando». Financiado con fondos europeos, la «zona 30» y los carriles que comunicarán el centro de Oviedo con la zona exterior «mejorarán la seguridad vial» y contribuirán a «reducir la emisión de gases de efecto invernadero», apuntó la concejala.

Para el control de la velocidad, el Ayuntamiento ha instalado seis paneles de control que irán cambiando de lugar para que «el propio conductor controle a qué velocidad va». «No crean que es muy fácil circular a más de 30 km/h», añadió el intendente. El último estudio situaba la velocidad media en 18 km/h.

«Es necesario promover un cambio en la mentalidad, porque en Oviedo no hay mucho uso de la bicicleta», reconoció Conchita García. Según Secades, en Oviedo el 51 por ciento de los 330.000 desplazamientos diarios en vehículo motorizado es por el centro de la ciudad, y de ellos menos del 2 por ciento se realiza en bicicleta.