Ch. NEIRA

A Tever -«todos me llaman así porque soy de Teverga, pero mi nombre es Pablo Manuel Díaz García»- la bombilla se le iluminó hace unos cuatro años, la primera vez que se puso a jugar con el ya clásico «Guitar Hero», el videojuego que convierte una especie de guitarra de plástico con cuatro botones en pulsador de un juego basado en la simulación de guitarrista del rock. «Pensé que lo suyo sería que esto funcionara con un instrumento real, como de hecho están empezando a hacer ahora, a pesar de que corren el riesgo de perder al público no profesional que ya jugaba al "Guitar Hero"». Y en el caso de Tever, el instrumento real era la gaita. Media vida, desde los trece años y tiene 26 ahora, soplando y miembro en activo de la banda de gaitas Camín de Fierro de Proaza, Santo Adriano y Teverga.

Claro que, en realidad, a Tever no se le ocurrió ponerse a diseñar una gaita de juguete con cuatro botones. La idea, algo más avanzada, era inspirarse en la dinámica karaoke que tiene el «Guitar Hero» para aplicarla a una gaita real y desarrollar, así, un método realmente interactivo de aprendizaje del instrumento tradicional asturiano.

Tever se inspiró en otros métodos existentes anteriormente, como el desarrollado por el gaitero Hevia y distribuido a través de LA NUEVA ESPAÑA en 2009. El informático tevergano explica la importancia del gaitero de Villaviciosa tanto en el desarrollo de este método de enseñanza de la gaita como en sus desarrollos de la famosa gaita midi en haber dado el primer paso para incorporar el instrumento tradicional asturiano al mundo de la informática.

La diferencia entre un videojuego o un método de gaita con un Dvd y el «Gaita Hero» de Tever se basa, en el fondo, en el concepto clásico del maestro gaitero. La enseñanza del instrumento suele realizarse así, de maestro a alumno, en clases personalizadas, por repetición. Con el programa de Tever, es el programa informático el que evalúa al alumno.

«Todo alumno de gaita», razona el informático, «necesita un maestro para aprender, porque no todo el mundo, o muy pocos, pueden ser autodidactas. Hace falta que alguien te corrija. Un maestro gaitero diseña las clases y te evalúa. Aquí es el propio sistema el que te dice si lo hiciste bien o mal».

Pero, claro, Tever se enfrentaba con otro problema. La gaita no es un instrumento absolutamente preciso. La afinación varía de uno a otro modelo. Existe cierto margen entre los intervalos de notas y tampoco en cuestión de ejecución, especialmente para un método para principiantes, se podía exigir al alumno una interpretación absolutamente correcta. Tever tuvo, para adaptar todas esas irregularidades a la regularidad matemática de la programación informática, la compañía de Balbino Menéndez Suárez, director de su banda de gaitas, maestro gaitero y codirector del proyecto fin de carrera en este caso.

Fue Balbino, explica Tever, el que le hizo ver que había que permitir cierta flexibilidad al programa informático, «porque nosotros no somos máquinas y no podemos ejecutar con ese nivel de precisión».

Más problemas. En el arranque del proyecto había que decidirse entre utilizar una gaita midi o un instrumento real. Lo primero resultaba muy costoso para el usuario. No sólo hacía falta el instrumento. También tarjetas de sonido profesionales en los equipos de los que quisieran utilizar el programa para que funcionara de forma adecuada. Se optó, pues, por aprovechar los afinadores que tienen integrados los sistemas informáticos y por desarrollar todo el software con micrófonos sencillos, como los que traen integrados los equipos domésticos o los «baratos» que uno puede comprar en una tienda por diez euros.

De esta forma, el programa plantea una partitura al alumno, que ha de interpretarla ante el micrófono todas las veces que quiera. Luego, el maestro gaitero digital le mostrará los errores, las notas en las que falla e, incluso, podría emitir informes que se podrían mandar al maestro gaitero real, en el caso de que la aplicación se utilizara en la educación a distancia de la gaita asturiana.

Pero eso ya entra en el capítulo de los sueños. El potencial del «Gaita Hero» de Tever es grande. De ahí podría salir una aplicación potente para la última generación de teléfonos inteligentes. También podría entrar una empresas y desarrollar lo que por ahora es sólo un esbozo de lo que serían las primeras lecciones de un curso de gaita, perfeccionarlo, adaptarlo a las nuevas gaitas midi... Queda, por el momento, la posibilidad de que el proyecto del «Gaita Hero» quede como proyecto fin de carrera en la Escuela de Ingeniería Informática de Oviedo y que otros alumnos vayan desarrollando y mejorando cada una de las partes hasta completar una potente herramienta de maestro gaitero digital para lanzar el instrumento al futuro del XXI.